“Al final será en 2010 cuando Rafael Nadal encuentre finalmente lo que busca desde hace cinco años, esta famosa bola rápida, saques directos, calidad de percusión. Su técnica está más depurada, transfiere mejor el peso de su cuerpo hacia delante. Le imprime claramente mayor velocidad a la bola. En el Abierto de Estados Unidos todos los observadores se sorprendieron de la eficacia que encuentra sobre este golpe” (Patrick Mouratoglou.)