Esta no es la distopía que nos prometieron. No estamos aprendiendo a amar al Gran Hermano, que vive, si es que vive, en un grupo de granjas de servidores, enfriadas por tecnologías respetuosas con el medio ambiente. Tampoco hemos sido adormecidos por el Soma y la programación subliminal del cerebro en una nebulosa aquiescencia a las jerarquías sociales omnipresentes. Artículo traducido:
chitauri.blogspot.com/2018/01/vivimos-en-el-futuro-pronosticado-por.ht