La Consellería de Sanidade autorizó a la constructora a demorar el proyecto de construcción mientras sus dirigentes mantenían en público los plazos(...)Desde que decidió acudir a la iniciativa privada para financiar, construir y gestionar el nuevo hospital de Vigo, la Xunta siempre ha argumentado que ese modelo «reduce los plazos».(...)El Gobierno gallego le ha dado tres meses más a la constructora para que haga su trabajo. Tres meses que no aparecían reflejados en los pliegos de condiciones del contrato ni en la propia formalización del mismo