Sus fundadores inscribieron en 1999 a Blood & Honour como una "asociación cultural", cuyo objetivo era ayudar a los jóvenes a no caer en la droga. Sin embargo, un documento incautado por la Guardia Civil en los domicilios de sus dos fundadores, Roberto L. U. y Francisco José L. P., desvela que, tras esa pantalla de legalidad, había un acta fundacional secreta de la misma fecha que desenmascaraba el verdadero carácter neonazi del grupo. Dicho documento califica a los miembros de la organización como "soldados políticos; es decir, skinheads...