Zapatero no ha tenido suficiente con llevar al PSOE a una derrota de proporciones homéricas. Quiere más. Mientras resida en Moncloa no va a permitir que el partido se desvíe ni un milímetro de su política. Si eso supone un suicidio de proporciones históricas, que así sea. Después de varios años en los que parecía que Rajoy era un regalo del cielo para los socialistas, ahora tenemos la situación opuesta. Zapatero parece empeñado en una loca carrera para conseguir que el PP no baje de 200 escaños en las próximas elecciones.
|
etiquetas: psoe , política , primarias , zapatero , elecciones