#9 La verdad es que lo tuve durante el tiempo que vivimos en esa casa, luego se lo quedó la chica que entró en la casa, por cierto, coste 0 pelas, lo pillamos de la basura, destornillamos la resistencia de detrás, quitamos cables, limpieza concienzuda y lo pintamos de colores. En aquella época, como no teníamos un duro, le echabamos mucha imaginación practicando "el basurismo", en la cocina teníamos el papeo (no perecedero) en una estantería de Loreal, la librería eran unos tablones pintados de azul separados con unos ladrillos pintados de amarillo (un cásico!), las plantas en la terraza estaban en una escalera vieja y las lámparas estaban hechas con papel pinocho...apañaos que somos los pobres
#4 llamamé idiota, pero a mi este tipo de cosas me acojonan. Solo de imaginarme un ser pensante que siente emociones, viviendo eternamente me da mucha tristeza.
Cuando hables con ella le das, de mi parte, la bienvenida al mundo real.