Qué de avances tiene esta muchachada! En mis tiempos nos teniamos que conformar con las calcomanías impregnadas en lsd que repartían a la puerta del colegio.
Ahí, ahí. Esos servidores del orden garantes de la supervivencia del amenazadísimo idioma español que fue dado por Dios al pueblo elegido como reserva espiritual.