#1 Lo siento, vi el envío pero no la foto en concreto... Hay que ver cómo vuela todo en esta época, y qué poco sentido tiene creerse el primero en hacer algo ^^.
A modo de curiosidad-anécdota, diré que en la de Valencia, que es donde estuve presente, vi un surtido de eslógans y reivindicaciones de lo más variopinto. Algunos, esperables; otros, sorprendentes. De memoria:
-Los bosques son nuestros y es nuestro deber protegerlos.
-Custodia compartida, ¡YA! en toda España.
-No más recortes peperos.
-NO a la energía nuclear.
-Libertad. (Este no me ha dejado nada claro, ya que no tenía explicación posterior, de quién quería la libertad )
-Menos policías, y más payasos.
Vamos, que había para todos los gustos y de todos los colores. En cualquier caso, un 10 para la organización, y una sonrisa cómplice para todos los que nos hemos animado a dar este pasito. Pequeño, pero sólo el primero.
O sea... ¿Que si la gente no va con rastas, o camisetas con 'mensaje', o chapas llenas de símbolos, y es gente que fue con la chaqueta, el vaquero, y el peinado de todos los días (como yo), este chico les encasilla como 'gente cool cuidad sin formación política? Más que nada porque parece que sin símbolos externos no se demuestra a los desconocidos los conocimientos que se tienen.
Redios, que llevo tres años estudiando CC.PP., y unos cuantos informándome todo lo que puedo aunque menos de lo que me gustaría, como para que ahora tiren por tierra un día tan precioso con estos argumentos...
Que sí, que algunos se dejaron llevar por la fiesta, que otros fueron más por inercia que otra cosa... Pero cojones, un poco de optimismo no viene mal. Si nosotros mismos empezamos a decir que ha sido una mierda nuestra iniciativa, ¿qué coño dirán los que no les interesa la misma?
#71 Intentando votar negativo al gilipollas de #70, te he votado a ti así por error. Lo compenso ahora mismo dándote positivos en tus últimos comentarios.
Por cierto, la de Valencia, tremendísima. Muchísima más gente de la que esperaba ver.
Nada nuevo bajo el sol. Anoche me quedé en la biblioteca hasta las 4, y así estaré muchas noches hasta el 22 de junio. Mis amigos (ninis, de FP, etc) anoche ya empezaron a quemar su hígado por mí de fiesta en fiesta.
El lunes voy al Alcampo a choricear una Play 3. Si eso en el juzgado diré que están locos, que es impensable que yo haga tal cosa, y que las decenas de testigos y los vídeos de seguridad no son vinculantes.
Y eso es la puntita del iceberg... Es desolador escuchar algunas historias, en la que te he adjuntado, he omitido muchas cosas para no hacer eterna la entrada.
#34 Ojalá mi conocido pudiera hacer lo mismo. Pero Valencia no es ni Granada (algunos amigos de clase son adictos a escapadas allí, porque alucinan de lo barato que es todo) ni Cuenca (la conozco mucho, media familia mía es conquense, la de veces que de pequeño huía tras una travesura Carretería abajo ).
Soy voluntario en un comedor-albergue social, en el que he conocido mil casos, la mayoría dramáticos. Personas desamparadas, solas, marginadas. Que más quisiera yo tener la mitad de huevos que ellos para tirar hacia adelante en situaciones tan jodidas.
Hace una semana, un hombre me comentó que estaba buscando una habitación, que si le podía echar un cable. Cabe recordar que es complicado buscarla sin acceso a internet, ni teléfono, ni nada. Más complicado era con su filtro económico: 120 €. Cobra 350 de pensión al mes por su enfermedad (tiene 55 años y un pasado que dan ganas de matar a alguien). Por eso me he acordado de este caso, al ver la historia de esta mujer, y el comentario #4, que dice lo del piso.
Empecé a buscarle habitaciones, una odisea teniendo el límite en 120 € al mes. Pero claro, si paga más, ¿qué coño come?
Le sugiero no ceñirse a ningún barrio de los que me decía (todos cochambrosos, claro) sino mirar por toda la ciudad (y así ya poder optar a las sobras de las sobras), ya que con su enfermedad y su edad, podría acceder a un Bono Oro gratuito para el autobús municipal con el que poder desplazarse, y que me comprometo a tramitarle. Accede. Sigue sin salir nada a ese precio. Con la misma cara que pongo yo cuando corro 20 kilómetros del tirón, me dice que hasta por 130 € puedo buscarle una habitación. Esos 10 € de más le suponen un esfuerzo tremendo. Quizás no desayunar unos cuantos días, o qué sé yo.
Al final salió una, lo malo es que el anuncio llevaba cinco meses publicado y la casera tiene el teléfono permanentemente apagado. A día de hoy, este hombre sigue en el albergue, con sus pies ulcerados por el frío que le tocó pasar durmiendo en la calle, cuando la crisis se lo llevó por delante y se quedó sin casa y sin su comercio de zapatos.
Historias como la de este hombre, o la de la vendedora de cupones a la que le queda esta puta mierda de pensión, invitan a reflexionar. Inducen a pensar que alguien está interesado en que esta gente se muera lo más pronto posible. O que roben, en lugar de poder sobrevivir de forma honrada. Y aunque no venga mucho a cuento, y suene a publicidad inoportuna... Casos como este son los que me animan a salir a la calle el domingo próximo, 15-M, a exigir justicia.
Luego os quejáis de que os critiquen por ser eternos defensores del 'todo gratis'. Coño, que son cinco euros... O 10, con muchísimas funciones realmente geniales. No, aquí, mejor bebérselos o fumárselos.
¡¡¡Por el amor de Dios!!! Ah no, un momento, que Bush ya no está... Que ahora está Obama, el Nobel de la Paz... Sigan circulando, aquí no hay nada que ver...
Por la misma regla, deberían dejar de usar Telecinco e Intereconomía a Belén Esteban y a Tomás Roncero, respectivamente. No es que los compare con chimpancés, comparo el uso que les dan las cadenas a estas, mal que me pese, personas. Fomentan que la gente estúpida les imite y endiose, y que la gente inteligente les trate como a micos al servicio de su entretenimeinto (o esto, o que les crucifique).