Este sistema de facturas impuesto por la Troika que va a los pequeños empresarios y deja libres las grandes fortunas está creando bastante respuesta en Portugal. Hace un par de meses el grupo Revoluçao Branca lanzó una acción consistente en cargarle las facturas al presidente. Es decir, un ciudadano cualquiera se toma un café, lo paga pero la factura la pone a nombre del presidente. Eso les obligó a tener que destapar sus gastos, no tan limpios.
Más info http://actualidad24.net/2013/02/23/las-facturas-de-passos-coelho/
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Ummm... falta el alumbrado público en Madrid, creo que dijeron que también se privatizabam