#42 Bueno... Si te quedas más tranquilo, te tutearé, aunque me guste tratar con respeto a la gente (no por cuestión de edad, sino de cualidades personales).
No conocía ese dato sobre Zaragoza. Me informaré al respecto porque me extraña muchísimo que pase algo así, y si es como lo describes, efectivamente, hay algo raro (y casi apestoso) en ese asunto.
Y sobre la Constitución... Tienes toda la razón y motivos de sobra para desconfiar. Yo me he limitado a describir la cuestión desde un punto de vista teórico, pero no se me escapa que, en la práctica, las cosas cambian mucho. De hecho, es muy difícil encontrar leyes importantes que sean 100% constitucionales (y la ley electoral es una de ellas). Y si a eso le sumamos que, además, tampoco se cumplen a rajatabla (porque es así, es innegable), pues ya tenemos la segunda taza servida. Y otro gran ejemplo de marcianada legislativa es la Ley del Consejo General del Poder Judicial que regula el nombramiento de los consejos jurídicos del Estado... ¿A que no adivinas el acrónimo de esa ley? Pues es la ley LO 6/1985... ¡Es correlativa con la ley electoral LO 5/1985! De hecho, sólo se llevan una semana y media de existencia. ¿Qué significa eso? pues que el control del poder legislativo y el control del poder judicial no son más que dos caras de una misma moneda, dos imposiciones de un mismo paquete de medidas, aprobadas casi al mismo tiempo.
Y, como decía Gómez Kemp: hasta ahí puedo leer...
En cuanto tenga más datos sobre lo de Zaragoza, le escribo lo que pienso (me pongo a ello ya mismo).
#1 Creo que aquí el problema ya no es si se trata de una monarquía o republica, y eso que, si se trata de lo segundo, yo me apunto el primero. Pero mucho me temo que estas cosas también podrían pasar en un sistema presidencialista.
La cuestión de fondo se encuentra en la cultura democrática de las instituciones, y quienes las rigen. Si en España tenemos al cargo a personas que no toleran este tipo de expresiones, que no dejan de ser críticas muy ligeras y poco profundas, mientras se tolera que un párroco vaya cantando las virtudes de un golpe de Estado... ¿Creé usted que les importa vivir en monarquía o en república para hacer tal cosa? Lo hacen, sencillamente, porque les encanta el sabor de las partes blandas del poder, lo detente quien lo detente.
#40 Ésa sí que una pregunta interesante. Pero nos lleva a otro debate paralelo. (Como también lo haría el artículo 3 de la LO 5/1985).
Supongo que se refiere usted al 'umbral electoral' (5% en municipales y 3% en generales), y supongo que la pregunta tiene algo de sarcasmo. No, la Constitución no dice nada del 5%. La Constitución sólo sienta las bases sobre las que la ley debe construir el proceso electivo, sin entrar en detalles sobre el mismo.
Lo del 3%/5% no es corromper el sufragio universal. Los vecinos siguen ejerciendo su derecho a voto, con la diferencia, en este caso, de que el umbral de voto no afecta al reparto de cargos. Ningún escaño ni ningún cargo público se otorga con el 5% de votos. Ese umbral está muy por debajo de los votos necesarios para ello. Se lo expondré con el caso que manejaba en los otros comentarios: un ayuntamiento de siete concejales, es decir, un municipio con entre 251 y 1.000 residentes. Digamos que en este caso, nuestro municipio tiene 1.000 habitantes (para facilitar el cáculo).
Para ese municipio, cada lista necesita un 5% mínimo de votos para optar a un concejal. (1.000x5)/100, esto es: 50 votos. Una vez logrados, necesita 1.000/7 votos para conseguir uno, esto es: 143 votos. Si no se obtienen los 50 votos iniciales, menos aún se conseguirán los 143 votos necesarios. Un 5% está muy por debajo de un 14'3%. Y este último porcentaje sale igual tanto si nuestro municipio tiene 1.000 habitantes (143 = 14'3% de 1.000) como si tiene 251 (36 = 14'3% de 251) porque, matemáticamente x/7 = 14'3% de x. O dicho de otra manera 14'3 x 7 = 100.
Puede hacer eso con los datos reales de cualquier elección, donde sea y cuando sea, y verá usted que el umbral de voto no tiene ningún efecto sobre la composición de una administración pública porque no niega un cargo que, técnicamente, no se ha conseguido matemáticamente. Un partido que no consigue, en nuestro municipio, los 50 votos de rigor para pasar el umbral de voto, está todavía más lejos de… » ver todo el comentario
#38 Siguen sin cumplirse los principios constitucionales. El mismo artículo 140 dice que "Los Concejales serán elegidos por los vecinos por Sufragio Universal".
Si, por ejemplo, un partido consigue 3/7 concejales por las urnas (3+2+1+1, por ejemplo), y se le da otro más para cumplir esa prerrogativa, ¿de dónde sale ese concejal? ¿Aparece espóntaneamente, por arte de magia legal? Entonces a un ayuntamiento que le corresponden 7 concejales, se le plantan 8 concejales ((3+1)+2+1+1). Eso sería ilegal según la normativa que limita el número de concejales. ¿Sería más razonable quitárselo a un grupo, por ejemplo, al minoritario, para dárselo al mayoritario? Así sí que se mantiene el número de concejales estipulado por la ley ((3+1)+2+1+(1-1)), pero, entonces, ¿para qué vota la gente? ¿para sacar un concejal, y que se lo den a otro partido? ¿Nos hacemos la idea de que, si el partido al que votamos no saca buenos resultados, en realidad estamos votando al mayoritario, diga lo que diga la papeleta? (-'¡Oiga! que yo en mi sobre metí una papeleta del Partido de la Tortilla Con Cebolla'... -'Se equivoca. Usted, por imperativo legal, votó por el Partido de la Tortilla Sin Cebolla'). Eso sería lo más parecido a un pucherazo postelectoral, en el que se cogen x votos de un partido y se los entrega a otro partido. Aunque se respete el número de concejales, ¿a que ya no parece tan legal como la otra opción?
Lo que está claro es que ese concejal (o concejales) extra no aparece por la voluntad electiva de los vecinos, como determina la Constitución. Eso es corromper el sufragio universal y, por lo tanto, es anticonstitucional.
Insisto de nuevo: si lo único que va a cambiar es la ley, ésta debe ajustarse a lo que dice la Constitución. De la LO 5/1895 se pueden cambiar muchas cosas: lo referente a la composición de la Junta electoral y las mesas electorales, los costes de inscripción (y pasarlos de pesetas a euros, que ya va tocando) y hasta las… » ver todo el comentario
#36 Y vuelta la mula al trigo (con todos mis respetos). La remisión explícita en la Constitución de los 'Concejos Abiertos' se debe a que éstos se tratan de casos 'especiales', y como tales, se busca esa fórmula constitucional para no encontrar problemas en su interpretación, al darles una vía propia. La ley que regula las municipales no necesita ser explicitada en la Constitución, porque la que hay se ajusta estrictamente a los mínimos establecidos.
De hecho, la Ley Orgánica del Régimen General Electoral (LO 5/1985), está redactada y coordinada con los principios establecidos en el artículo 140 ("Los Alcaldes serán elegidos por los Concejales"). Y lo que hace es definir ese procedimiento (tacho lo que se pretende modificar):
Título IX
Artículo ciento noventa y seis
En la misma sesión de Constitución de la Corporación se procede a la elección de Alcalde, de acuerdo con el siguiente procedimiento:
a) Pueden ser candidatos todos los Concejales que encabecen sus correspondientes listas.
b) Si alguno de ellos obtiene la mayoría absoluta de los votos de los Concejales es proclamado electo.
c) Si ninguno de ellos obtiene dicha mayoríaes proclamado Alcalde el Concejal que encabece la lista que haya obtenido mayor número de votos populares en el correspondiente municipio. En caso de empate se resolverá por sorteo.
Si ese punto b) existe en esa ley, es sólo porque la Constitución así lo exige, porque toda ley electoral debe garantizar que se cumpla lo dispuesto constitucionalmente, es decir: que sean los concejales quienes escojan la alcaldía. Lo que otorga constitucionalidad a la ley es, precisamente, el punto b), y ése es el que quieren suprimir. Si hacen tal cosa, la nueva ley dejaría de reflejar los mínimos constitucionales ("Los Alcaldes serán elegidos por los Concejales"), porque se ha eliminado el principal vínculo que tiene con la Constitución.
298 cadáveres, aun calientes, y que haya gente que intente utilizarlos para justificar/demonizar tal o cual bando en conflicto, recurriendo, si es necesario, a la manipulación y los bulos.
Es, cuando menos, repugnante... y desde luego, un insulto a la dignidad humana.
Si quieren discutir sobre quién tiene o no razón, que lo hagan, pero que dejen a los inocentes descansar en paz, y piensen que lo último que querrán sus familias es que se eche más y más basura en su memoria para usarlas como arma de propaganda.
#23 ¿Usted cree que ese 'o' da para tanto margen? Si se fija usted, actualmente los alcaldes son elegidos por los concejales, a pesar de ese 'o'. Eso tiene una explicación. Ese 'o' significa una cosa muy diferente a lo que usted sugiere. Se trata de la modalidad de elección directa en el proceso consultivo. Me explico... ese 'o' significa, como usted dice, que los vecinos pueden elegir al alcalde, sí, pero significa estricamente eso: que los electores deben tener la oportunidad de manifestarlo en su voto, "yo quiero que fulanito de tal sea alcalde".
Esa declaración no está explícita en las papeletas convencionales, porque lo que usted, o yo, o cualquier votante deposita en una urna es una lista cerrada, es decir, lo que todos nosotros votamos no es una candidatura individual, sino una lista en la que el candidato es el primero de la misma. Ese 'o' significa que los votantes, si así lo desean, pueden decidir que sea la segunda, la tercera o incluso la última persona de la lista, no la primera. ¿A pensado usted esa posiblidad? Para que un votante pueda escoger diréctamente a un alcalde (y aplicar ese 'o') es necesario que se le dé la oportunidad de poder escoger entre personas individuales, que es el caso que no se da actualmente. Y eso implicaría que, quizá, más de uno se llevaría una sorpresa con el reparto final de concejales (si estaba acostumbrado al sistema actual).
Y después está eso de que 'no pasa nada' por presentar recursos constitucionales... que mientras se resuelven uno va tirando, 'y listo'. No quiesiera ofenderle, pero me asusta el concepto que tiene usted 'normalidad constitucional'. ¡Cómo puede ser tan insensible, hombre de Dios!. Un recurso ante el Constitucional es algo muy serio, y no hay que frivolizar al respecto. Cualquier iniciativa que tenga un recurso ante el Constitucional está bajo duda hasta que se resuelva, y, desde luego, lo lógico es que se paralice hasta que el camino esté despejado de dudas. Un recurso ante… » ver todo el comentario
#20 ¿Y acaso no dice también -además del sufragio universal, como usted muy bien apunta- que serán los concejales o los vecinos quienes elijan al alcade? Si un partido tiene 3 concejales, y otros tres partidos suman cuatro concejales, imponer al candidato de aquellos sobre el voto común de estos ¿acaso no suprimiría esa premisa constitucional?
Y eso sin contar que la Constitución sólo remite a la ley los casos de 'Concejo Abierto', sin hacer mención a los municipios como caso 'especial'. Es decir, si una ley pretende regular los casos de 'municipios' o entidades superiores, debe recogerse ese caso explícitamente en la Constitución.
Lo que quiero decirle es que con esa nueva medida la Constitución quedaría en un estado incómodamente ambiguo, en los términos en los que está redactada. Se quiera o no, es necesario cambiar la Constitución, porque esa ambigüedad, frente a las intenciones de la nueva ley, podría generar muchos recursos ante el Constitucional, y provocar justo lo que, dicen, se quiere evitar: problemas y dicusiones.
Aunque no lo parezca, se han metido en un jardín muy complejo, y si no cambian la Constitución (que podrían no hacerlo, efectivamente), podrían ocasionar más problemas y enredos de los que pretenden solucionar.
Para hacer algo así es necesario reformar la Constitución, y para eso hacen falta 210-211 votos en las Cortes y 160 en el Senado (3/5 en ambas cámaras). El PP tiene 186 y 161 escaños, respectivamente. Así que necesitaría pactar con otro grupo para aprobarla en la Cortes. Pero claro... ¿Pactar para prohibir pactos? ¡Cosas veredes, amigo Sancho!
Es curioso... este debate se parece tanto a una discusión entre ateos y beatos... Unos discutiendo con razones, y otros defendiendo con fe... Casi parece que el tal @spainbuca sea una especie de John Frum.
A ver si me aclaro... entonces ¿esto significa que esperan verano y otoño calentitos? Miedo me dan lo que tengan en la agenda para ir preparando el terreno de esta esta manera.
En pocas palabras... le acaban de decir a la sociedad española que "Llevamos tiempo repasando los informes, expedientes, archivos y registros del Estado para beneficiarnos electoralmente (porque hemos decidio basar nuestra estrategía en el juego sucio, que se nos da mejor que el cara a cara con argumentos), y no nos consta que Podemos tenga algo reprochable".
#80 Caballero... creo que, actualmente, la Esteban (por decir un nombre entre tantos) tiene más influencia que la escuela. ¿Ejemplo? el famoso "te lo prometo" o el "contra más". Es doloroso, sí, pero uno no tiene más que pasarse un rato leyendo la prensa más vendida para encontrar toda clase de violaciones lingüísticas. No es que la gente no aprenda a escribir como les enseñan en la escuela... es que, con que lo hagan quienes más difunden el lenguaje, avanzaríamos mucho más rápido (o, al menos, no echaríamos a perder todo lo ganado hasta ahora).
¿Ya le están preparando un asiento a Pepín Blanco? ¡Cómo está el mercado de puertas giratorias!
#73 Otro ejemplo: murciélago y murciégalo. Aunque no lo parezca, la segunda es el cultismo -no va de broma- (del lat. muris caeculus ('ratón ciego') > Murcaecalus* > Murciégalo).
#368 ¡Oh! perdone usted. Olvide darle la razón en cuanto a lo de la educación (aunque supongo que ya se sobre-entiende en el comentario anterior). Y desde luego, completamente de acuerdo con lo que dice sobre hablar con esta clase de individuos... A mí me desmoralizan mucho, lo confieso.
#368 Ya veo... usted me está describiendo al abstencionista común (que no hay que confundir con el 'objetor de voto', aunque también se llamen 'abstencionistas'). Esa clase de abstención, la común, es muy similar al concepto de idiotes (idiota) en el antiguo sistema democrático griego. Similar porque, los idiotes griegos podían serlo por varios motivos (que no coinciden con los casos teóricos de la señora Pilar y el señor Antonio), por el resultado era siempre el mismo: unos individuos que no participan en los asuntos públicos y se limitan a aceptar lo que otros decidan.
Vayamos ahora al caso que usted me expone. Tanto Pilar como Antonio están preocupados por la situación actual (es comprensible), pero no encuentran una salida política razonable que les identifique. Por un lado, están desencantados con los partidos clásicos porque no les han demostrado que se pueda confiar en ellos. Por el otro, sienten cierto temor a que los nuevos partidos puedan poner en práctica 'experimentos' que no acaban de inspirarles tampoco mucha confianza. ¿Correcto? Y, para más inri, se trata de individuos que, aunque les preocupe la situación actual, están absorbidos por la sociedad de consumo (la famosa frase marxista del opio del pueblo).
Bien... Aquí, el principal problema es la información. Ni la señora Pilar ni el señor Antonio disponen de información suficiente para valorar adecuadamente las opciones. Y tampoco parece que tengan ni la voluntad ni los recursos para buscarlas. Yo diría que se están limitando a juzgar su entorno a partir de los datos que les llegan desde los grandes medios, y desde los tópicos políticos más habituales. Para explicarlo mejor, me centraré en el ejemplo que usted me comenta: la nacionalización.
Tanto Pilar como Antonio desconfían de la nacionalización... ¿Por qué? ¿Qué clase de criterio y argumento pueden tener unas personas que, por lo general, no se interesan por la política y la economía, para preocuparse por la nacionalización?… » ver todo el comentario
#360 Buenas tardes... hoy me he levantado con el día 'radical'. No mucho, sólo un poquito, pero me lo pide la cabeza (no así el cuerpo, que ya no somos unos zagales).
Muy de acuerdo con usted. Pero veo que sigue reduciendo el asunto a ganar o perder unas elecciones. Las elecciones no son más que mercadotecnia. Lo que importa es el producto, no el anuncio que lo vende. Si el producto es malo, lo podrá comprar una vez, engañado, pero a la siguiente se lo pensará dos veces. Me dirá usted, de nuevo y en respuesta a eso, que si no se vende bien, es decir, si no se ganan las elecciones, no importa qué bueno será el producto... pero olvida usted que la publicidad no sólo depende un mensaje 'oficial'. Las noticias, el boca a boca, los dimes y diretes... esas cosas se dan a diario, espontáneamente, y son gratuitas. Y, desde luego, tienen mucho más efecto que la mercadotecnia contrada para un momento puntual. Hoy por hoy, en un mundo de información globalizada como este, ya ni hace falta robar un producto para hacerse una idea de su calidad. Basta con entrar en foros de opinión independientes y especializados, darse una vuelta por los medios online, y hasta tomarse un café en un bar y, sin buscarlo, meterte en una conversación al respecto, porque, sin usted no ha hecho todo eso, seguro que alguién de su entorno sí.
Comprendiendo eso, me resulta más fácil decir que el PP no perderá elecciones si vincula públicamente sus campañas a la derecha, sino que ya las está perdiendo por aplicar directamente esas políticas. La campaña electoral del PP comenzó hace cuatro años, y la gente ha estado tomando nota. Y no le quepa duda que, después del vergonzante espectáculo que ha dado con las promesas y el programa electoral, se ha pegado un tiro en el pie. Si se fija usted, la campaña electoral del PP en estas europeas apenas tocó el programa, porque sabía que por ahí no le iban a pasar ni una. La estrategia era el perfil bajo, el pasar sin pena ni gloria, no llamar la atención, porque,… » ver todo el comentario
#356 Bien... le agradezco que me haya aclarado esa duda. Ya me parecía raro leer algo así.
La 'transversalidad' a la que usted se refiere es, de hecho, la postura más normal y natural de la ciudadanía. En lo personal, la ideología 'pura' no existe. Usted puede conocer a alguien que es muy defensor de los derechos laborales, colabora con proyectos al desarrollo, y defiende a los inmigrantes, y en cambio tener una actitud machista, y no compartir con su pareja las obligaciones domésticas. es un ejemplo muy exagerado, pero nos permite comprender que la naturaleza humana es demasiado compleja como para someterla a etiquetas tan simples.
La 'transversalidad' es el estado normal, y, ahora que la gente empieza a comprender eso, empieza ser un problema para el concepto tradicional de partido, en el que, como no había ninguno que se ajustara completamente a tu modo de ver el mundo, siempre se acababa "votando al menos malo".
Si se fija usted bien, cuando le hablaba de que un proyecto puede tener éxito, aun proviniendo de una 'minoría' parlamentaria, porque tiene puntos en común compartidos por otros escaños, en realidad, eso es un concepto muy similar al de la 'transversalidad'. Lo cierto es que, incluso ahora, disponemos de las herramientos necesarias para expresarla. Otra cosa es que, quienes las controlan, nos premitan acceder a las mismas.
En cualquier caso. Comprendo bien su planteamiento. usted no debe renunciar sus principios, ya que éstos son su identidad, la raíz de todas las decisiones que tome, el 'sistema operativo' de su vida (si los quiere definir una forma más poética). Y, si ha de cambiarlos, es mejor que sea porque usted quiere, no por que lo imponga "el menos malo" de los programas electorales. Comprendo que usted se sienta incómodo ante la presencia de radicalismos que, según el sistema tradicional de partidos, debe aceptar porque vienen en el mismo paquete que las cosas que le gustan un partido. Cuando uno vota, lo hace a favor… » ver todo el comentario
#354 ¿Y cree usted que esa es su 'vocación'? ¿Cree usted que IU se presentan a las elecciones diciendo: "nosotros, lo que queremos, es sacar pocos escaños"? Lo que intento decir es que lo de 'vocación' es un concepto mal usado, o que puede malinterpretarse como 'peyorativo'. Usted puede decir que las espectativas de voto pueden llevarlos a ser una opción minoritaria, y yo se lo aceptaré. Pero no puede decir que esa sea su 'vocación', no sé si me explico. Eso es un ejemplo de cómo los peridistas se toman la licencia para corromper el lenguaje y crear opinión. Pero en política, estrictamente hablando, no existe nada llamado "vocación minoritaria", porque todos buscan los mejores resultados posibles, lo cual no tiene naada que ver con mayorías o minorías, sino con unos cálculos que consideran básicos para sus intereses. Espero haberme explicado mejor ahora.
Y sí... llevo más o menos un mes (creo) en meneame, y ya he observado ciertos 'hábitos'. Yo me cosidero una persona de izquierdas, pero no me gusta la crítica fácil y simple que se hace. se puede hacer broma (y,, desde luego, en el PP hay cantera para aburrir), sí, pero cuando se habla, la mejor baza que puede tener uno es la seriedad y la madurez. Si se carece de eso, además de ponerse en ridículo a sí mismo, también está poniendo en evidencia los planteamientos que intenta defender, que es lo último que se busca.
Y eso pasa con todos, y en todos lados. Los troles de derechas no se quedan cortos en cuanto a insensibilidad y falta de respeto. Así no vamos a ningún sitio.
Yo siempre he pensado que, para payasos en la política, ya tenemos unos cuántos en las instituciones. Si, encima, los ciudadanos nos lo tomamos a pitorreo, apaga y vámonos.
Estábamos con que... "para solventar el problema no queda otra que renunciar a ciertas posturas ideológicas y empezar a buscar votos"
¿Por qué? ¿No habíamos quedado que las posturas ideológicas son pura teoría? Si hablamos de efectos prácticos, tendremos que buscar soluciones reales, no teóricas. Lo que habrá que hacer es mirar primero si no serán las medidas las que están mal planteadas. Es posible hayamos errado al considerar el contexto en el que se aplican... pueden haber muchos motivos por los que unas medidas no funcionan antes de descartar, diréctamente, una teoría, una ideología.
Siguiendo su lógica, deberíamos descartar también el capitalismo y neoliberalismo. Al fin y al cabo, el 'libre mercado' también es una utopía (y de la gordas, gordas), y tenemos ejemplos de sobra para decir que sus consecuencias han sido nefastas para el estado de derecho. ¿Lo descartamos como 'inviable' o 'inaplicable'?¿O preferiremos, en este caso, pensar que, quizá, el error proviene de los criterios de su aplicaión, no de la teoría?
Ambos estaremos de acuerdo en que el error, más bien, es de aplicación. Y eso es apliable a todas las ideologías. Todas ellas (la suya, la mía, y la cualquier hijo de vecino) son utópicas per se, 'irrealizables' a menos que se busquen modelos adapatados al contexto. Trate usted de aplicar aquí el modelo productivo político alemán, sin tener en cuenta la spciologñia social, los vicios políticos, o las características del cenutrio patrio, y le garantizo que será un fracaso como la copa de un pino. La teoría sigue siendo válida (o, al menos, en Alemania lo es), lo que falla es el modelo que habríamos usado para adaptarla a nuestro caso... que sigue siendo un modelo alemán.
Por lo tanto, para solucionar problemas, no hay que renunciar sistemáticamente a las posturas ideológicas, sin antes planetarnos que lo que falla puede ser la interpretación que hacemos de las mismas. Como le he dicho: a efectos reales y… » ver todo el comentario
(mhmmm...) El caso que usted propone no es tan teórico. Es, de hecho, uno de los escenarios más probables que ya entra dentro de los cálculos del PP. En cualquier caso, ¿estamos hablando de que el objetivo es que unas medidas se pongan en práctica, o de que no gobierne el PP? ¿o de si todo debe someterse a los intereses electorales? No sé si usted me pregunta esas cosas como si fueran excluyentes entre sí, y hubiera que escoger, pero no comprendo dónde se encuentra el problema de esa situación.
Lo de la 'vocación minoritaria' es un mito político, una expresión puesta de moda por los periodistas y, por lo tanto, de uso mediático, no político. En la práctica, no existe una 'vocación minoritaria'. Todos los partidos aspiran a obtener los mejores resultados posibles y, por supuesto, una posición que les permita aplicar sus proyectos. La 'vocación' de todos los partidos es hacerse oir. No tiene nada que ver con minorías ni mayorías, lo cual ya es, sí mismo, algo muy relativo.
Por otro lado, usted me habla del panorama político como si los proyectos fueran totalmente personalizados a cada partido. No es necesariamente así. Usted sabe que los proyectos tienen puntos comunes en diversos partidos. Estoy seguro de que la privatización de servicios públicos no es un aspecto exclusivo del PP, o la defensa de los servicios públicos no es algo que sólo vaya a defender IU. ¿Y si hablamos de establecer un día anual de condena del terrorismo? ¿Cree usted que esa propuesta, si la propone un partido 'minoritario', acabará en la papelera del Congreso, sólo porque venir de quien la propone? No son los escaños los que aprueban los proyectos, son los puntos en común lo que lo hacen. Con tres, diez o treinta escaños en su partido, usted puede conseguir que se apruebe una ley, si es lo suficientemente sensible (e inteligente) como para darle la forma adecuadamente 'común'. Todas las ideas son aplicables, si se encuentran los puntos de contacto correctos. Eso ya no es una… » ver todo el comentario
#329 Bueno... de nuevo una respuesta bien cargadita de hiladas finas. Vamos a ver si no soy yo quien pierda el hilo...
Las teorías son todas buenas. Pero si nos ponemos en el campo práctico, no hay sistema perfecto por un motivo muy sencillo: la psicología social no puede ser reducida un puñado de tablas y estadísticas. Ahora bien, preguntar por alternativas prácticas después de una charla sobre teorías suele suele ser una pregunta trampa bastante habitual porque obliga al interlocutor a darse de bruces con que nada es 100% bueno (o realizable), después de haber considerado esa opción en la teoría. Y como se obliga a llegar esa idea, entonces, la respuesta lógica es el consabido "no vale la pena planetar alternativas, porque no hay ninguna que pueda cumplir las espectativas". Ese tipo de argumentación es una trampa dialéctica muy dañina, porque es como apostar todo o nada, sabiendo que ninguna apuesta es fiable. Pero la realidad es que es posible hacer otras apuestas, secundarias, que permiten tener beneficios sin recurrir al todo o nada, porque esa pregunta obvia algo que es mucho más importante que la consecuención o no de unos objetivos: los beneficios intermendios que pueda dejar, con idependencia a si el experimento ha sido un éxito o no. A ver si lo explico de otra manera... Que un gobierno democrático sea 100% representativo es una utopía muy idealista. Hasta ahí todos de acuerdo. Pero eso no quita que no se pueda intentar. Está claro que el objetivo principal no se puede conseguir, pero su aplicación implica, necesariamente, una mejora en la cultura política de la sociedad, es decir, en mejorar el concepto de la gente sobre la función pública y la función social. Sólo por ese beneficio, vale la pena considerarlo como un éxito (secundario o colateral, si prefiere considerarlo), pero un éxito, social al fin y al cabo, que puede aportar muchos beneficios a la hora de aplicar nuevos sistemas posteriores. Como comprenderá usted, incluso las utopías,… » ver todo el comentario
#1 Ese es un debate muy complicado. Va a usted a encontrar argumentos muy buenos a favor y en contra, pero, si me lo permite, le comentaré mi punto de vista, usando un caso que conozco bien. (Es un poco largo de explicar, pero creo que es necesario hacerlo bien)
EL CONTEXTO.
Estuve trabajando durante años en Pompei Scavi, y le puedo asegurar que no me sorprende en absoluto. Conozco bien el golfo de Nápoles porque tanto tiempo allí da tiempo de sobra para patear todos los yacimientos, visitar todos los museos y conocer todas las exposiciones privadas, desde Sorrento a Santa Maria di Capua Vettere... y más allá, y lo que me quedó claro es que, si no se ofrece una salida al público, el patrimonio no interesa (algo también muy habitual en España, todo sea dicho).
Por mi experiencia personal, le puedo decir que la cantidad de patrimonio es tan abrumadora que casi da la sensación de que no le den importancia. Podríamos decir, en términología económica, que el patrimonio arqueológico está devaluado por superávit. Una pieza (o unos restos) deben ser realmente especiales para que despierte algo de interés. Si no, poco importa sus destino cuando se tiene la convicción de que todavía hay miles de piezas iguales al alcance. Tan sólo se conservan porque atrae a turistas, y estos son una fuente de ingresos muy importantes en una de las regiones más castigadas de Italia. Y, comprobado que la gente va a visitarlos (y pagar) igual, tanto si están en buen estado, como si son una ruina, impera la ley del mínimo esfuerzo.
Esa actitud es bastante habitual en la política. Pompeya, por ejemplo, sufre un deterioro brutal hasta el punto de que algunas zonas están en peligro de derrumbe, pero eso no hace que disminuya el volumen de visitas: unos dos millones al año que pagan una entrada, mínima, de doce euros. Por supuesto, no dejan entrar líquidos, lo que hace que la gente, una vez dentro, se vea obligada a consumir en la única cafetería habilitada que hay junto a las termas… » ver todo el comentario
No conocía ese dato sobre Zaragoza. Me informaré al respecto porque me extraña muchísimo que pase algo así, y si es como lo describes, efectivamente, hay algo raro (y casi apestoso) en ese asunto.
Y sobre la Constitución... Tienes toda la razón y motivos de sobra para desconfiar. Yo me he limitado a describir la cuestión desde un punto de vista teórico, pero no se me escapa que, en la práctica, las cosas cambian mucho. De hecho, es muy difícil encontrar leyes importantes que sean 100% constitucionales (y la ley electoral es una de ellas). Y si a eso le sumamos que, además, tampoco se cumplen a rajatabla (porque es así, es innegable), pues ya tenemos la segunda taza servida. Y otro gran ejemplo de marcianada legislativa es la Ley del Consejo General del Poder Judicial que regula el nombramiento de los consejos jurídicos del Estado... ¿A que no adivinas el acrónimo de esa ley? Pues es la ley LO 6/1985... ¡Es correlativa con la ley electoral LO 5/1985! De hecho, sólo se llevan una semana y media de existencia. ¿Qué significa eso? pues que el control del poder legislativo y el control del poder judicial no son más que dos caras de una misma moneda, dos imposiciones de un mismo paquete de medidas, aprobadas casi al mismo tiempo.
Y, como decía Gómez Kemp: hasta ahí puedo leer...
En cuanto tenga más datos sobre lo de Zaragoza, le escribo lo que pienso (me pongo a ello ya mismo).
Un saludo.