La ley de memoria histórica es insuficiente. Siguiendo con el caso sevillano que tanto se trata en el artículo, que la tumba del general Queipo de Llano se ubique a la entrada de la iglesia de la Macarena es todo un insulto a los que fueron fusilados por orden de este tipo en la muralla cercana, donde desde hace unos años se colocó una placa en memoria de los mismos. Pero así es este país, con colocar placas nos basta (y con todo el respeto a las mismas), cuando lo que hace falta primero es eliminar lo que sobra por insultante para luego hacer ejercicio de memoria. Por más que se pongan los de la cofradía, y es una conversación que he tenido con algún sevillano, que el general genocida de sus vecinos fuera fundador de la hermandad no justifica su exhibición en un lugar que aunque ellos estiman privado, es de acceso público y durante una semana al año hace gala en las calles de su triste historia sin tapujos (fajín de la Virgen incluido). Para algunos la Guerra Civil puede resultar lejana, pero los que la ganaron y sus herederos aún siguen cacareándose del alzamiento militar y es algo que no cabe en democracia alguna.
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#43 Mis disculpas, es cierto, si bien es cofrade de honor y fue enterrado con su túnica (Wikipedia dixit). Me confundí con la construcción de la actual basílica, y he de reconocer que este no es mi tema.