Apuñalando al gato sin echar el cerrojo eeeeh? Viviendo al límite!
Claro, le pillaron por sorpresa jugando con el calvo y del susto ni pudo terminar de batir la mayonesa... Y ahora va a tener que estar dos meses sin poder pulir el pedestal... ya me entendéis... que no va a poder encantar a la cobra... sacudir la nutria... hacer escupir a la llama.... sacar a los nadadores...
SI es como en Matrix aún queda por investigar, porque si no recuerdo mal en esa peli había una simulación dentro de otra simulación, nosotros estaríamos investigando la primera.
Siempre y cuando no sea como en Black Mirror... meten tu conciencia en un dispositivo electrónico y lo ajustan para que por cada minuto real tu vivas 1000 años. Que siniestrez.
Gracias por el artículo Fantomax, muchas gracias. Llevo años leyendo Menéame, pero lo tuyo me ha tocado algo muy adentro. Me gustaría contar un poco mi rollo, intentaré ser breve que no quiero aburrir a nadie.
Mi madre es ultra católica. Recuerdo perfectamente como los 5 años me hacía sentir culpable con una historia de la biblia, el Génesis. La historia del pecado original. Con 5 años, aparte de sentirme culpable, tenía miedo del infierno. Me amenazaba con el infierno, con una eterna agonía de dolor y sufrimiento si no cumplía los 10 mandamientos. Dogmas y sesgos cognitivos a mansalva. En fin, el pensamiento crítico es algo que tuve que aprender por mi cuenta, porque ella aún no sabe lo que es.
Con 8 años empezaron a llamarme maricón en el colegio. Y lo gracioso es que yo ni siquiera sabía lo que significaba, ni ellos tampoco. Un par de años después, comenzaron las collejas, los insultos de verdad... y llegaron a escupirme en la cara. Mis viejos me decían que yo no les contestara, que no les hiciera caso, que así me dejarían en paz. Y cometí el mayor error de mi vida, hacerles caso. No funcionó. Fue a peor. Nunca pasó de una colleja o un escupitajo en la cara, pero era a diario, a todas horas semana tras semana, mes tras mes. Luego, mi padre se piró de casa, y a los pocos meses me enteré de que estaba viviendo con otra familia. Después, vinieron los videojuegos y los libros como forma de evasión, y finalmente, las drogas. A partir de ahí todo se complica (más), los recuerdos se mezclan y ya no tengo nada claro.
A veces me pregunto: ¿De quién es la culpa? ¿De mis compañeros de clase? ¿De mis padres? ¿De los profesores? ¿Culpa mía por no hacerme fuerte? ¿Culpa de la sociedad en general? ¿De las drogas? Ya da igual, a mí se me rompió algo por dentro cuando era muy joven y ya no creo que se pueda reparar. Para mí ya no hay solución, pero para los niños y niñas de hoy si que la hay. Tenemos internet, experiencias, herramientas, recursos... y personas como el autor de este artículo, que pueden y quieren cambiar el mundo a mejor.
Recuerdo haber leído por aquí hace tiempo: "es más fácil educar niños sanos que reparar adultos rotos"
De nuevo, gracias por escribir este artículo. He tenido sentimientos muy fuertes mientras lo leía, y me ha costado no echarme a llorar mientras escribía.
#12 Los otros 6 subnormales con palos y con cámaras? SOn la misma puta escoria, tendríamos que castrarlos y encerrarlos en una celda, y dejar que se murieran de hambre.
No sé, yo hace muchos años que no voy al cine. En vez de pagar 8 € por una peli, la descargo o la veo gratis, con la bandera pirata al lado y un loro en el hombro. Lo palomitas + cocacola por 10 €... en fin, que cada cual tire su dinero a la basura como más le guste.
Claro, le pillaron por sorpresa jugando con el calvo y del susto ni pudo terminar de batir la mayonesa... Y ahora va a tener que estar dos meses sin poder pulir el pedestal... ya me entendéis... que no va a poder encantar a la cobra... sacudir la nutria... hacer escupir a la llama.... sacar a los nadadores...