Este virus es un misterio para muchos. La acción viral directa sobre el tejido pulmonar no es tan grave como la respuesta inflamatoria que desencadena. Se ha establecido una tercera fase de la infección en la cual predominan los signos inflamatorios y no los de infección que tiene lugar a partir del día 8 (con riesgo de empeoramiento radiológico y aparición de un síndrome de distrés respiratorio del adulto aún con la presencia de anticuerpos - generalmente aparecen a partir del día 10-11 sin que ello signifique obligatoriamente que el pronóstico vaya a ser bueno). Por eso, a pesar de que la OMS no recomendó en un inicio el empleo de corticoides en base a lo visto con el SARS en su momento, ahora se plantea adelantarse a esta tercera fase y emplearlos a partir del día 6 preferiblemente en bolos.
El misterio recae en que esta infección tiene un importante componente "autoinmunitario", por decirlo de alguna forma. Las lesiones no dependen tanto del virus como del huésped, del organismo. De modo que se comporta como el virus "del todo o nada", o no hace nada o te jode vivo. La evolución depende más de la persona que del virus en sí.
Lo más probable, que la infección curse de forma asintomática o leve pero los casos más graves son una lotería. Más frecuente en caso de inmunodepresión e inmunosenescencia pero tampoco se libran algunos jóvenes.
Comprender por qué unos desarrollan una infección grave y otros no, comprender cuál es el factor que marca la diferencia en el sistema inmunitario del infectado, es un siguiente paso fundamental para entender y combatir esta infección.
El misterio recae en que esta infección tiene un importante componente "autoinmunitario", por decirlo de alguna forma. Las lesiones no dependen tanto del virus como del huésped, del organismo. De modo que se comporta como el virus "del todo o nada", o no hace nada o te jode vivo. La evolución depende más de la persona que del virus en sí.
Lo más probable, que la infección curse de forma asintomática o leve pero los casos más graves son una lotería. Más frecuente en caso de inmunodepresión e inmunosenescencia pero tampoco se libran algunos jóvenes.
Comprender por qué unos desarrollan una infección grave y otros no, comprender cuál es el factor que marca la diferencia en el sistema inmunitario del infectado, es un siguiente paso fundamental para entender y combatir esta infección.