Me encantaría ver cómo se hunde la mierda en la que se ha convertido el deporte competitivo. Y no, no se ha convertido en una mierda por esto de los sexos, ni mucho menos. Son cosas mucho más graves, como el dopaje generalizado y la búsqueda eterna de ganancias por encima del espíritu competitivo.
A mí también me parece una historia más que inspiradora. Por una vez la realidad supera para mejor la ficción y un poco de esperanza en estos tiempos no viene nada más.
No sé cuanto tiempo hace que esa historia saliese por aquí en inglés, ni me importa, me gusta esta y quiero que la lea el mayor número de personas posibles.