A mí eso de que somos cómplices inconscientes del cambio climático me parece que es una gran verdad.
Sin embargo, pienso que las iniciativas a nivel individual están bien (reducir el consumo, controlar tu huella hídrica y de carbono, etc.) para concienciar y transmitir nuestra preocupación, pero no son suficientes para revertir la situación. Hemos llegado al punto de mitigar y adaptarnos al cambio, es decir, podemos reducir las consecuencias, pero no evitarlo porque ya está aquí.
A dónde quiero llegar con esto es a que el problema está tan avanzado y hace falta un cambio tan profundo y estructural que no puede transmitirse la responsabilidad al buen hacer del ciudadano. Sino que hacen falta medidas gubernamentales de obligado cumplimiento que impongan nuevas costumbres de consumo capaces de mitigar los efectos del cambio climático.
Si recuerdas cuando eras adolescente, tu madre siempre esperaba que te diera por arreglar tu desastroso cuarto. Rara vez eso pasaba sin recurrir a la imposición, los gritos y el mal rollo. Pues ahora tu cuarto es el mundo y tu madre el gobierno.
Si el señor Trump ahora se está haciendo el bueno, es que algo malo aguarda de aquí a 2020. Tal vez sea esto lo que le dé la victoria en las elecciones.
Hemos tardado mucho tiempo en descubrir lo ignorantes que somos. Gracias a la revolución científica, en un período corto de tiempo, nuestro conocimiento ha aumentado exponencialmente y esto nos ha permitido mejorar considerablemente nuestras vidas. Hoy en día 'saber es poder'.
En 1750, la mitad de una tripulación dispuesta a realizar una expedición marítima, moría por escorbuto. Aunque, realmente, morían por la falta de conocimiento, es decir, por la ignorancia. Lo único que ignoraban era que los cítricos aportaban Vitamina C y ésta evitaba sufrir dicha enfermedad. Es decir, llevar naranjas en un barco podía salvar de la muerte a la mitad de la tripulación, pero esto había que saberlo.
Hoy en día contamos con una cantidad abismal de conocimiento en comparación a aquella época. Sin embargo, existe una cierta tendencia a volver a la ignorancia que en aquellos tiempos ni se podía imaginar.
El hecho de que una doctora del siglo XXI pueda dudar del efecto provocado por una vacuna es un síntoma peligroso de esta vuelta hacia el desconocimiento. Las vacunas de Jenner o Pasteur salvaron de la muerte por viruela y por cólera a miles de personas en su época y a cientos de miles de ellas desde entonces hasta hoy. Esto es un hecho llevado a cabo por la humanidad del cual nos debemos enorgullecer y, en ningún caso, renegar de él en base a suposiciones que nadie ha logrado evidenciar.
Y el hecho de que ser feminista signifique buscar la igualdad entre hombres y mujeres, ¿qué os parece?
Los que no aceptamos la discriminación positiva y no nos consideramos feministas, ¿no podemos querer la igualdad de género? O sea, no ser feminista es ser machista.
#13 Estamos mejor que nunca desde el punto de vista histórico y en hacer esa única comparativa reside el conformismo. Me refiero a que no sólo debemos compararnos con un pasado peor, sino más bien con un futuro perfecto.
Con los medios actuales, la potencialidad de nuestra sociedad para satisfacer con éxito las expectativas planteadas es alucinante. Sin embargo, hace unos pocos años, la relación éxito-medios puede que fuera incluso mayor a la actual. Entonces, ¿es real el ideal del progreso? Quiero creer que sí, pero hay una extraña energía que lo frena.
¡Maldito conformismo! ¿Y cómo podríamos estar? Tenemos tecnología para vivir en lo que sería una quasi-utopía para una persona de hace dos siglos. No se trata de ser optimista o pesimista, eso es pura sugestión, se trata de ser realistas: ¿qué tenemos y hacia dónde queremos ir? Pues tenemos mucho más de lo que creemos para encontrarnos yendo directos hacia donde vamos.
Me gusta eso del bien común. No se trata ni de izquierdas ni de derechas, ni de ricos ni de pobres, sino de ponernos todos los homo sapiens en marcha para adaptarnos a lo que viene y mitigar sus efectos.
Quien crea que los ricos van a superar la crisis ecológica a la que nos enfrentamos desde la individualidad de sus escondites en el interior de sus castillos, se equivoca. La crisis actual es global y afecta, valga la redundancia, a escala global. Ningún rico podrá nunca llenar los embalses de agua, eliminar la contaminación del aire o recuperar los recursos genéticos extintos que fueran válidos para tratar enfermedades. La Naturaleza es tan justa que nos va a tratar a todos por igual y por ello la lucha es común. Quien quiera morir con más, que acumule, pero eso no le salvará de morir.
Si queremos continuar aquí, lo haremos todos colaborando o no lo hará nadie.
Así de claro.
ECOEMBES ha aportado muchísimo a nuestro sistema de reciclaje (antiguamente inexistente) y se ha beneficiado de ello en la medida de lo posible. Sin embargo, a día de hoy, existen alternativas más altruistas que deberán ser económicamente rentables si quieren desbancar a esta gran asociación del reciclaje en España.
Si queremos cambiar las cosas, no podemos perdernos en los caminos de las utopías. Hay que asumir que existen intereses, pero que a veces estos juegan también a favor de la sociedad.
Este problema tiene una solución fácil de diagnosticar y difícil de ejecutar: la conciliación de dichos intereses.
Si estos trapicheos siguen así, deberían dejar de referirse al agua como un "bien público".
¿O es que en España el objetivo final de los servicios públicos es generar beneficios privados? Un momento.. Telefónica, Endesa..
Todo eso lo pagamos todos y ahora se benefician unos pocos. Ah, ¡creo que ya caigo!
Al ser humano se le da genial contaminar los fluidos de los que depende su existencia, ya sea el aire o sea el agua.
El tema del permafrost es muy didáctico porque relaciona ambos casos. Su deshielo afecta al nivel del mar, a la variación en la composición de éste (salinidad), a la vegetación que descansa sobre él y a otros muchos factores determinantes. Pero además, libera enormes cantidades de deuterio, metano y otros gases encerrados en él durante millones de años que cambian la composición de la atmósfera actual.
Me entristece mucho que con el potencial bioenergético de España estemos obteniendo nuestra energía de fuentes no renovables, caras y extranjeras..
¡Al futuro se llega por la senda de la sostenibilidad o no se llega!
La clave está en la regulación y sobre todo en la trazabilidad del producto.
Sabemos que la biomasa es una buena oportunidad como recurso renovable gracias a los países del norte de Europa, que la han impulsado en los últimos años. Sin embargo, para conseguir una bioeconomía, no es suficiente denominar 'residuo' a aquello que queremos aprovechar, sino demostrar que se esta utilizando algo que en principio no interesa pero que posee una utilidad secundaria.
Con el abandono del mundo rural, la vegetación está avanzando y con ella el riesgo de incendios forestales, plagas, etc. Además, las fuentes de recursos renovables nos dan independencia de productores de otros tipos de energía.
Si lo usamos bien, podemos lograr cambios trascendentales en nuestro modelo energético a la par que conseguimos mejoras en el medio natural.
Supongo que la sociedad, al ver minada la sanidad pública, tiene una actitud reaccionaria frente a cualquier tipo de incomodidad que se dé en ella, pero es obvio que se debe mirar más allá y guardar ese tipo de reacciones para proteger nuestro 'diamante' a la hora de la verdad.
Claro que sí. Y, en el esgrima, le damos la espada solo a uno.
Porque, ¿qué más da la igualdad de condiciones en el deporte si podemos ser tan inclusivos?
Estamos ante unas enormes variaciones climáticas que LA ACTIVIDAD HUMANA ha provocado en un período muy corto de tiempo. Y, como todos sabemos, la inestabilidad del sistema climático de la tierra no es ninguna garantía de progreso para nosotros.
Por tanto, estoy de acuerdo con que se apele a la prudencia y me río del negacionismo.
Además de la cárcel, se debería inhabilitar para siempre de la función pública a esta persona por MENTIR con tanta desfachatez.
De algún modo, tratar de que sea un caso, a parte de vergonzoso, ejemplarizante. Si es que algo que incluya a Cristina Cifuentes puede serlo.
China es uno de los principales productores de resina del mundo y esto se lo debe a sus extensas repoblaciones forestales. Hace años que es sabido que la función productiva del monte debe convivir con otras muchas para su sostenibilidad futura.
No estoy muy puesto en las políticas ambientales chinas, pero con este comentario quiero recordar que no es plantar más, sino mejor.