Cuando la guática pide comídica no hay quien los deténguica a los proletáricos, cantaba Violeta. A veces, hay que encontrarse así para que la angustia de la elección de la que hablaba el señor Sartre se vaya a tomar por culo. Pero sí: en el momento en que alguno parezca marroquí, gitano o sea negro, en seguida saldrá el trumpista de turno a decir subnormalidades.
Si de verdad hubiera paciencia de coger todos los medios que reciben paguitas de los distintos gobiernos centrales y autonómicos la lista sería inmensa.
Hubo algunos días algo de revuelo sobre el tema de los impuestos, que unos decían que no hacían falta tantos impuestos y otros que gracias a los impuestos se pagaba la SS y demás. El problema que hay mucho tarado que ni sabe ni quiere oír el discurso de su contrario político por el mero hecho de serlo, ya que las 2 posturas tienen razón. Todas estás paguitas vitalicias se pagan con nuestros impuestos, ergo no hacen falta tanto ni de coña.
Pues nada, que sigan reventando los bosques, cargándose así la fauna de la zona y haciendo que los lobos bajen a zamparse el ganado de los ganaderos.
Mientras sigan haciendo esto estas cosas van a pasar y los ignorantes les pillarán más rabia a los lobos.
Acabarán atacando a los seres humanos y los van a demonizar hasta extinguirlos, se ve desde aquí.
Rel.: menea.me/29k5y (y errónea) ya que se hablaba de que el restaurante tenía licencia de espacio sin cocina.
De la noticia: El local sí cuenta con licencia de cocina. En las últimas horas, un usuario de Twitter de nombre @99ismax, ha subido un pantallazo a la red social con una supuesta licencia del local. Ahí se dice que el local tiene una licencia de bar “sin cocina”. El mensaje se ha compartido entre cientos de usuarios. Ya ha sobrepasado las 500.000 visualizaciones en menos de 10 horas. Este usuario solo cuenta con 262 seguidores. Otros perfiles, con miles y miles de seguidores, han copiado ese pantallazo y también han compartido el mismo mensaje: “No tiene licencia de cocina”. También varios medios de comunicación. La realidad es que este local, según ha podido saber EL PAÍS, sí cuenta con licencia de cocina desde 1997. Fuentes municipales apuntan también que el mensaje que circula desde hace unas horas no coincide tampoco con lo amparado en la licencia.