Sería un espaldarazo para la teoría de cuerdas, y por ende, para el avance de nuestra comprensión de la realidad espacio-temporal y la posibilidad de viajes intergalacticos.
Los individuos no pueden alcanzar la inmortalidad, sólo alargar su existencia.
Las civilizaciones sí pueden alcanzarla, pero para eso deberemos conquistar las estrellas.