Llevo mas de 3 décadas trabajando en el sector. Entré a través de una oferta en el Segunda Mano y venía de una ingeniería aeropespacial a la que también accedí mediante una oferta en el Segunda Mano: en aquella época saber hacer 4 tonterías con un ordenador y ser medianamente responsable (solo medianamente) cundía bastante teniendo dos o tres dedos de frente.
Dado lo de arriba, quiero hacer un par de puntualizaciones.
- En la hoja Excel indica que están en la fase oferta. Eso y nada están muy pero que muy cerquita.
- Aunque se incorporasen, si no valen no duran. Esto lo admite a regañadientes el artículo pero es la pura verdad. En el sector privado, nadie paga decenas de miles de euros al año sin recibir nada a cambio. No digamos ya centenares de miles de euros.
- No es tan sorprendente que algunas incorporaciones sean a base de recomendaciones. Pon que tienes un bar o una panadería o un taller de coches y estás buscando a un encargado ¿de verdad es tan grave que un conocido en el que confías te recomiende a alguien?
- ¿Quieres trabajar en el sector pero no tienes contactos? Concéntrate en tus estudios. Un expediente académico brillante te va a abrir muchas puertas: todos los cabeza de promoción de cualquier centro reciben todo tipo de ofertas de lugares incluso insospechados.
- Alguna vez he tenido que buscar a gente para determinada tarea (nada raro o sucio) y me ha costado la repera encontrarlos. Quizás el summun fue una semana que estuve hablando con mas de 10 diseñadores profesionales que no acababan de animarse y al final pagué a un chaval que estaba en el instituto (hermano de una amiga de mi novia de entonces) el equivalente a unos 800 euros por 10 horas de trabajo nocturno echándonos una mano con unos PowerPoints. Me considero muy progresista (como muchos que están en este mundo, aunque os sorprenda el dato), pero sé de primera mano que hay gente que se quejan mucho pero luego a la hora de ponerse las pilas no acaban de arrancar. Mal asunto.
Dicho lo cual, yo me fuí de España hace tiempo porque en ese país solo merece la pena vivir si no tienes que trabajar para ello. Aunque yo volaba de trabajo en trabajo en una época de mucho paro, entiendo que las cosas no han hecho sino empeorar desde que me fui (mas o menos cuando ganó Aznar las primeras elecciones, para que os hagáis una idea).