#1 Te he votado negativo sin querer, lo siento. Quería votarte positivo.
Portada
mis comunidades
otras secciones
El desarrollo del bebé durante el embarazo está objetivamente condicionado por el estado emocional de la madre, que no es una perogrullada metafísica, si no neurociencia, de cómo la secreción de determinadas hormonas o neurotrasmisores afectan al desarrollo del bebé antes y después del parto. De hecho, hay estudios que relacionan la secreción en exceso de cortisol en la madre durante el embarazo, con trastornos de conducta en la infancia.
Por otro lado, Jorge Barudy, neuropsiquiatra chileno, demuestra que el contacto físico con el bebé, las caricias, los besos, y otros conductas de protección y seguridad hacia el bebé favorecen el desarrollo cognitivo del mismo, en concreto de sus conexiones neuronales. Por eso se han observado muchos casos donde se plantea la hipótesis de que hay una relación entre retraso cognitivo y el vínculo de apego en la primera infancia, sin duda resultando el apego inseguro o ambivalente un factor de riesgo importante en el desarrollo de trastornos de la personalidad o dificultades a nivel cognitivo.
Y esta relación de apego, después del parto la puede favorecer cualquier ser humano. Creo que es a esto a lo que se refiere el artículo a grandes rasgos, otra cosa es que luego caigamos en la simplicidad más chabacana, pero bueno... ya sabemos cómo funciona a veces meneame, planteas algún término desde enfoque de género (que ni siquiera es el caso) y ya somos todas unas feminazis con hambre de mutilar nabos... enfin, pereza.