#9 Mira, es un problema de credibilidad. Es un problema de credibilidad de quien autoriza la seguridad de un producto. Si quien autoriza la seguridad es el mismo que en su día aprobó la seguridad del DDT, entonces hay una merma en la credibilidad del organismo regulador, por ejemplo.
Casos de productos aprobados que al final se han retirado del mercado los hay a centenares. Y si se hubieran hecho los estudios bien desde el principio, de manera independiente, esto no hubiera pasado. Es muy sencillo, se prueba durante el tiempo que sea necesario hasta que se pueda afirmar con seguridad que no tiene efectos perniciosos. Pero este "el tiempo que sea necesario" va en contra de las empresas ante las que se cedió.
Resultado, unas cuantas cagadas y el descrédito de los organismos que certifican que algo en inócuo. Es decir, nadie tiene un organismo del que fiarse que su palabra nos garantiza la seguridad a ciencia cierta.
#3#9 Como dice en el artículo: Los orígenes de la quimofobia se remontan a la década de los 60 y a las crecientes preocupaciones sobre el uso de pesticidas como el DDT.
La gente no tenía esos temores, se los ganó a pulso la industria/autoridades sanitarias.
¿Como hacer para que vuelvan a confiar en algo que les falló con consecuencias tan graves?