En mi opinión, la obra de Ingarden está muy anticuada en lo que se refiere a teoría literaria. Su estética de la recepción, de raíz básicamente fenomenológica, hace hincapié en determinados aspectos que rozan más lo intuitivo que lo científico, tales como la intención significativa o la aprehensión del signo. Es muy difícil realizar un estudio serio acerca de los fenómenos asociados a la recepción de las obras de arte, puesto que estas admiten tantas versiones como lecturas (he dicho "lecturas" y no "lectores") entendiendo "lectura" como un proceso de interpretación o, mejor, de descodificación al que puede ser sometida cualquier tipo de creación artística, no solo los textos escritos.
Yo creo, por otra parte, que cualquier intento de interpretación que utilice variables como el autor y el lector está condenado al fracaso. El autor no sabe lo que dice y el lector, la mayoría de las veces, no sabe lo que lee. Las obras son el vehículo de expresión que el lenguaje utiliza para darse a conocer y por ahí (por la atención a las estructuras y modos de manifestación del lenguaje) es por donde una crítica de intenciones científicas puede comenzar a tener algún sentido. Todo aquello que nos enseñaban hace muchos años acerca de "el autor y su época" no da lugar más que a huera palabrería. El autor murió poco después que Dios, y eso está muy bien.
Y una cosa más #0 : intenta variar un poco tus fuentes o comenzarán a lloverte votos negativos por realizar demasiados envíos de tu propio blog.