Doctorow es un novelista increíble. Recuerdo que leí "Ragtime" hará cuatro o cinco años y me impresionó profundamente tanto por la estructura como por la temática que trataba. Después busqué "Welcome to Hard Times" o en español "Cómo acabó todo y volvió a empezar", sobre la conquista del oeste, que me pareció también magnífica, no sólo por la estructura cíclica sino por ser una gran desmitificación de la manera de poblar el oeste.
Recuerdo que en la etiqueta que suele adjuntarse a algunos libros en las que aparecen frases de críticos o celebridades, en mi edición de "Ragtime" aparecía que era el libro favorito de Obama. Eso, en condiciones normales, hubiera servido para desacreditarle como escritor -no porque tenga nada en contra de Obama, sino porque las opiniones de los políticos y el hecho de que se le utilizara como reclamo me incomodó bastante-. Quizás ese tipo de publicidad, fundamentada en las celebridades, impide que se haya leído más, o puede que no.
Comprendo que es una manera de reivindicar a un autor a partir de opiniones de gente en la que uno confía. Sin embargo, sucede con frecuencia en literatura que no hay una mediación adecuada por parte de la crítica: si se pensara en editar a Doctorow, debería pensarse también en promocionarlo: una serie de cursos y conferencias sería suficiente; algunos artículos en el periódico y otras estrategias más modernas.
Muchos best-sellers se convierten en tales a causa del bombardeo mediático que se ejerce sobre los lectores y por la presión social del: "¿Has leído esto? ¡Es buenísimo!" Que un autor como Doctorow permanezca semi-oculto sólo se explica a causa del número de publicaciones y el funcionamiento del mercado literario español, con un gran número de lectores que lo son únicamente de best-sellers. No hay crítico, no hay preocupación estética.
Artículo interesante para conocer los entresijos pero insuficiente en el análisis, a mi juicio.
He votado spam. Es publicidad de un curso de la Universidad Francisco de Vitoria.