Calificar de gilipollez a la violencia de Género ya es un adelanto de la cantidad de "gilipolleces" que se pueden leer en el artículo.
Pero lo de:
"cuando un hombre sufre violencia de género se le hace el doble (o triple) de daño ya que, no solo sufre la violencia física o psíquica por parte de su pareja, sino que también sufre su masculinidad que está puesta en duda (ya no es él el que lleva los pantalones en casa) y sufre el estigma social que pueda conllevar la revelación de la violencia por parte de su mujer (los demás lo verían como un cobarde y un tonto y no le darían el soporte de una víctima, sino que seguramente acabarían mofándose de él)"
es un echarle de comer aparte.
Calificar de gilipollez a la violencia de Género ya es un adelanto de la cantidad de "gilipolleces" que se pueden leer en el artículo.
Pero lo de:
"cuando un hombre sufre violencia de género se le hace el doble (o triple) de daño ya que, no solo sufre la violencia física o psíquica por parte de su pareja, sino que también sufre su masculinidad que está puesta en duda (ya no es él el que lleva los pantalones en casa) y sufre el estigma social que pueda conllevar la revelación de la violencia por parte de su mujer (los demás lo verían como un cobarde y un tonto y no le darían el soporte de una víctima, sino que seguramente acabarían mofándose de él)"
es un echarle de comer aparte.