La III República bien podría llegar igual que las otras dos: por desgaste de todas las otras opciones políticas más que por la pujanza de su propia fuerza. Lo que acarrearía, como la última vez, problemas de estabilidad en su propia base.
Creo que el problema de fomentar la república está en que, al cambiar la estructura del Estado, irremediablemente se abrirá el melón del separatismo. Las formas republicanas valoran demasiado la descentralización, los nacionalismos periféricos y el derecho a la autodeterminación como para que el movimiento cale significativamente entre la población. Y el republicanismo centralista lo veo, a día de hoy, impracticable. Si la cuestión es escoger entre república y unidad de España, la mayoría de la gente (del Ebro hacia abajo) se decantará por la monarquía moderada.
Me parece que el republicanismo español se esfuerza mucho en intentar no ver este dilema y, en caso de sacar el tema, se zanja con un difuso "pues habrá que convivir en la diversidad". No se cuánta más autonomía se puede ofrecer, más aún habiendo visto que el nacionalismo periférico hace músculo con las mismas estructuras del Estado que se le conceden. La única forma lógica de salvar la unidad de España bajo estos parámetros republicanos es con una "desunidísima" España confederal que, me parece a mí, no le interesa a casi nadie.
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Hacer proselitismo durante la infancia es deformar mentes en la más tierna edad para reclutar desde pequeños, da igual que sea por religión o por política. Es una barbaridad meter una ideología específica con calzador a un niño para intentar que luego te salga de tu cuerda: "la anarquía/el capitalismo/el socialismo/el cristianismo/lo que sea explicado para niños" es una aberración. Si realmente se quiere crear un niño libre hay que dar opción a que no salga como nosotros queremos. No se tratar de crear una copia de nosotros mismos o de podar un seto para darle forma.
Dicho lo cual: el anarquismo es un movimiento que no es capaz de llegar hasta donde plantea. La sociedad igualitaria, libre y voluntaria es imposible porque el motivo para jerarquizar una sociedad es hacerla más eficaz. Un grupo humano igualitario, libre y voluntario no puede convivir junto a un grupo humano jerarquizado y altamente eficiente: llegará el punto donde tengan que competir, y la jerarquía y especialización siempre arrollan. Y siempre habrá quien adopte la jerarquía y la eficiencia, pues dan beneficios a quien la implementan. Pensar en que todos adoptemos normas de forma equitativa, pacífica y voluntaria es no conocer a nuestra especie.