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Érase una vez un comerciante de armas cuya empresa fabricaba bombas de racimo que vendía, entre otros, al gobierno de su país. Y resultó que su país firmó un convenio internacional contra esas bombas, que dejó de comprar.
El escritor Arturo Barea se encontró en 1936 con un dilema parecido al del niño muerto en las playas de Turquía. Halló varias fotos de sesenta niños muertos en un bombardeo de la aviación Alemana en Getafe ¿Qué hacer: Publicarlas, no publicarlas? Las fotos no se publicaron y hoy no hay consenso sobre si el bombardeo existió y se borró por la censura franquista o si el bombardeo se magnificó por la propaganda republicana
Situada en el corazón del llamado País Cátaro, la historia de Carcasona se remonta a mucho antes. Íberos, romanos, visigodos, sarracenos y francos dominaron la ciudad durante siglos, antes de que el papa Inocencio III enviara a 50.000 cruzados al Languedoc-Roussillon en el siglo XIII para combatir a los albigenses o herejes cátaros. Ya en manos del rey de Francia la ciudad amplió las fortificaciones y se erigió en un punto estratégico de la frontera entre Francia y la Corona de Aragón.
Resulta bastante curioso, o cínico, que la asociación que promueve el consumo de alcohol haga hincapié en las muertes producidas por consumo de marihuana pero olvide que las que se producen por culpa del alcohol no solo es que sean más (que es un tanto irrelevante) sino que se llevan produciendo desde el invento del automóvil.
Siempre pendiente de las pequeñas pero grandes historias que suceden en su país, Clint Eastwood (San Francisco, California, 1930) lleva ahora a la gran pantalla el acoso vivido por un guardia de seguridad tras haber evitado una matanza en los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996. Unos hechos que, en Richard Jewell, han permitido al director de cintas como El sargento de hierro, Bird, Sin perdón denunciar el acoso al que los medios de comunicación y, más tarde, la opinión pública pueden llegar a someter a ciudadanos anónimos.