#168 Me alegra que lo hayas hecho en un ambiente controlado, y pido disculpas por mi metedura de pata.
Eso sí, entonces no has tomado la pocima completa. Yo intento ir más allá de lo meramente racional y creo que hay más cosas en juego que lo meramente químico, pero respeto que otros lo quieran así.
No se trata tanto del rollo chamánico sino de estar con gente de confianza y que tengan experiencia en manejar la situación.
Por otra parte, en ambientes "chamánicos" siempre se habla de que la chakruna, que contiene el DMT, da la visión, pero la ayahuasca es la que da el conocimiento. Conforme vas experimentando más te das cuenta de que las visiones no son tan importantes como la experiencia de aprendizaje, revisión y contacto con lo inefable. No quiero meter mucho rollo, al final es una experiencia personal y cada uno debe de valorar su situación y lo que le aporta la sustancia. Hay gente que ha probado las dos formas, sintética y la natural y dicen que no hay mucha diferencia.
No puedo saberlo, estaremos atentos. Un saludo.
#227 Ya te digo yo que ese no es el motivo, va más allá de lo racional. Yo le he dado muchas vueltas y sigo sin entenderlo.
En mi caso los malos viajes han sido, sobretodo, sensaciones corporales muy pesadas, de no poder "digerir" el viaje. Es un no poder estar bastante intensito. Es díficil de explicar porque tampoco se puede comparar con otras experiencias más ordinarias. Tambien influye el tema de que en esas circunstancias se hace todo bastante eterno, la sensación de que eso va a durar milenios.
Hay mucho de vibraciones que no son las adecuadas, como que estás sintonizando con la emisora del mismísimo infierno.
En mi caso he podido pasar el trance gracias a las dos chicas que oficiaban la ceremonia. Auténticos angeles en esas circunstancias.
Tambien decir que esas malas experiencias generalmente sirven para "tirar del hilo" de nuestros demonios internos.
La mayor parte han acabado en buenas experiencias porque despues del mal trago físico han venido enseñanzas grandes. No sé si hay que pasar por el infierno para llegar a algunos cielos, pero en mi caso ha sido así algunas veces.
Tambien decir que en otras sesiones "normales" tambien se pasa mal por la batalla interna que llevamos. Hay un toma-daca, una negociación con el tema de hasta donde puedes "llegar" , hasta donde eres capaz de ver cosas que te niegas a ver. No he tenido sesiones fáciles, casi nunca lo son para nadie, pero sí que hay ratos muy buenos, especiales. De conexión, de aceptación, de mucha lágrima que cura, de sentirse parte de algo mucho más grande.
Ojalá no hiciera falta ninguna sustancia para poder navegar en el mundo interno.
Se me ha hecho largo, un saludo chamánico.