#45 Gran pregunta, y te diré lo que se hacía allí.
Prohibido fumar. Terminantemente. Allí en 8 días nadie se echó un cigarro. De hecho cuando nos reuníamos en el grupo de terapia psicosocial, la mayoría se alegraban por eso, porque aunque fuera de manera impuesta, habían empezado a dejar de fumar. Varios de ellos además insistían en que cuando saliesen iban a aprovechar para no volver ni a probar el tabaco.
Así que no, en mi unidad no se podía fumar. Para muchos era lo mejor que tenía (eso y que te regula el ciclo de vida y de sueño). También hay que decir que creo que a los fumadores les daban algo de pastillas de nicotina o algo de eso para llevarlo mejor.
#47 Se puede razonar, claro. Pero hay varios puntos que, si quieres salir, tienes que pasar por ellos (esto sí que es muy a mi opinión). El primero es reconocer que estás enfermo. El segundo, reconocer que necesitas ayuda (que no todo es encerrarte).
La comprensión de la enfermedad propia es un claro síntoma de mejoría. El aceptarla, luchar contra ella evidentemente, pero no negar lo que ha pasado, o que ha sido excesivo o tal, sino que las cosas han sido así, y ahora a ver de qué forma puedo trabajar para arreglarlo.
Se puede razonar más de lo que crees. Y negociar. El problema es que tú no tienes ningún elemento con el que negociar. Y que su voz no es la suya contra la tuya, sino que es la que vale. Puedes decir misa, que si es que no, te van a decir que no.
También influye tu comportamiento diario y como te ven: si eres colaborador, abierto, sentido del humor...esos son signos de salud mental.
No obstante, allí hay unos protocolos que cumplir y se cumplen igual seas el paciente modelo o el paciente atado a la cama. por simple precaución.