Siempre me ha parecido que las teles de los hospitales serían un medio publicitario perfecto para los proveedores de TV por satélite o cable. En lugar de sacar unas monedillas por el uso de la tele, deberían hacer lo contrario: ofrecer gratis los mejores paquetes de canales que tengan. Así la gente conocería su oferta y muchos se engancharían y querrían tenerla después en casa.
Porque cualquiera que haya estado hospitalizado sin poder moverse durante días y días, sabe que es una puñetera tortura tener la tele delante y tener que pagar el impuesto revolucionario para verla, por puro aburrimiento.