No, no me da pena y mira que lo intento.
Portada
mis comunidades
otras secciones
#17 Es que es la leche.
Por un lado, está el aspecto de presión social y de caza de brujas hipócrita y moralinista, que hace que la gente suelte frases como mínimo poco creíbles debido al tabú autoimpuesto (voy a decirlo porque me llama la atención, pero a la vez lo critco no vaya a ser que...), como lo de que te dé repelús una chica joven, en particular de menos de 18 años, como si biológicamente una chica no fuese deseable mucho antes, e independientemente de que tengas o no voluntad de tener nada con esa chica.
¿Se puede saber por qué? Dependerá de la chica, digo yo, que las hay que están buenísimas y otras que no tanto. ¿Si le pides el DNI después de echarle un polvo una chica tremenda que aparentaba 20 y resulta que tenía 17 + 360 días, te da asco retroactivo? ¿Te autodenuncias por pervertido? Un poco de seriedad. Dejando aparte el tema de que nadie en su sano juicio le va pidiendo el DNI por ahí a nadie a quien acabe de echar un polvo (y mucho menos antes, a ver si la vas a cagar). Eso no lo hizo ni Bill Clinton.
Y esta actitud de tabú autoimpouesto en público, incluso para la ficción, es aplicable a prácticamente cualquier desviación del sexo standard heterosexual y sano bendecido por los estamentos invisibles: en un grupo de amigotes jamás nadie reconocerá ser gay, mira esa qué golfa que hace intercambio de parejas, me han dicho que a la guarra esa le gusta tirarse a su mascota, esos van a pillarse algo por montárselo en grupo no están bien de la cabeza, yo no la chupo que eso es de putas... Modalidades que el porno japonés trata alegremente (y cosas mucho más bestias).
Y por otro lado está la inmensa hipocresía de llamar raros y pervertidos a unos tíos (y tías) que tienen su propia manera de pensar porque oye, qué extraños son que tienen una cultura diferente y tienen la osadía de pasarse por el forro tabús occidentales que nos hacen sentir muy sucios y muy pecaminosos. Realmente no tenemos ningún argumento de peso, pero lo criticamos igualmente.
Pues sí, raros son, exactamente igual que ellos pensarán que nosotros somos unos mojigatos que escondemos lo que nos gusta. ¿Quién es el raro, el que dispara el último la acusación? Las culturas diferentes tienen parámetros diferentes y aceptar esas diferencias no puede ser selectivo o parcial: "esto me mola, esto no me mola que choca con lo mío".