Esta es la verdadera historia escrita por Carl Sagan.
En mi garaje vive un dragón que escupe fuego por la boca.
Supongamos (sigo el método de terapia de grupo del psicólogo Richard Franklin) que yo le hago a usted una aseveración como ésa. A lo mejor le gustaría comprobarlo, verlo usted mismo. A lo largo de los siglos ha habido innumerables historias de dragones, pero ninguna prueba real. ¡Qué oportunidad!
- Enséñemelo - me dice usted.
Yo le llevo a mi garaje. Usted mira y ve una escalera, latas de pintura vacías y un triciclo viejo, pero el dragón no está.
- ¿Dónde está el dragón? - me pregunta.
- Oh, está aquí - contesto yo moviendo la mano vagamente -. Me olvidé decir que es un dragón invisible.
Me propone que cubra de harina el suelo del garaje para que queden marcadas las huellas del dragón.
- Buena idea - replico -, pero este dragón flota en el aire.
Entonces propone usar un sensor infrarrojo para detectar el fuego invisible.
- Buena idea, pero el fuego invisible tampoco da calor.
Se puede pintar con spray el dragón para hacerlo visible.
- Buena idea, sólo que es un dragón incorpóreo y la pintura no se le pegaría.
Y así sucesivamente. Yo contrarresto cualquier prueba física que usted me propone con una explicación especial de por qué no funcionará.
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre un dragón invisible, incorpóreo y flotante que escupe un fuego que no quema y un dragón inexistente? Si no hay manera de refutar mi opinión, si no hay ningún experimento válido contra ella, ¿qué significa decir que mi dragón existe? Su incapacidad de invalidar mi hipótesis no equivale en absoluta a demostrar que es cierta. Las afirmaciones que no pueden probarse, las aseveraciones inmunes a la refutación son verdaderamente inútiles, por mucho valor que puedan tener para inspirarnos o excitar nuestro sentido de maravilla. Lo que yo he pedido que haga es acabar aceptando, en ausencia de pruebas, lo que yo digo.
Para entender la Constitución y muchos de sus artículos hay que verla desde el contexto en que fue creada.
La Constitución se creó como el acto más representativo de la nueva forma que estaba tomando el estado tras los 36 años de dictadura franquista.
Tanto el artículo 16 como el 27 que comentan más arriba hacen clara referencia a lo que ocurría antes de la democracia, y eso era que la Iglesia Católica tenía el carácter de iglesia oficial del estado, estaba obligada a darse en las escuelas y era la única religión legal.
Con estos dos artículos de la constitución se estaba abriendo el estado a la entrada y legalización de todas las demás religiones, dando, por tanto, el poder de decidir la educación moral a los progenitores y no al estado.
La libertad de credo radica en que cualquier persona, puede formarse en la religión que quiera. Pero también significa que nadie puede obligarte a tener una ni a recibir ningún tipo de educación al respecto.
Es por tanto que el estado no puede ofrecer una asignatura de religión en el plan de educación nacional, porque se estaría violando el espíritu constitucional y lo que se quiso ofrecer durante la redacción de esos artículos, dado que o se ofrece una clase de religión según todas las religiones apuntadas en las listas de religiones en España, o se favorece a una sobre el resto (que es lo que se está haciendo), que sería claramente anticonstitucional.
Debido a ello la única opción viable para el plan de estudios es relegar la educación moral al ámbito familiar y religioso, donde son los padres quienes apuntarán o no a sus hijos a determinados cultos, cosa, que por otra parte, la constitución garantiza que pueden hacer sin ningún problema.
Ahora bien, y según mi punto de vista, un niño no debería ser obligado a que sus progenitores o representantes legales, a estudiar una religión u otra según las creencias de los mismos, y debería ser el niño, en su propia evolución como persona quien, si quiere, debería buscar su propio camino moral, a través de las religiones o de su propias apreciaciones.
#17 no, el planeta no está dañado, la naturaleza es evolución y adaptación, por lo tanto si cambian las condiciones atmosféricas, existirán organismos que se favorezcan de ello.
Ah bueno, que nos referimos a que somos los humanos los que sufrimos con nuestra contaminación y otras especies animales, sí, eso es lo grave y lo que preocupa.
Pero ni el planeta está dañado ni la naturaleza se muere.
Por otra parte: dudo que esas latas tengan mucho futuro, pero yo estaría encantado de comprarlas, si las sacaran en edición especial, porque son muy chulas.
Es que se parte de una base errónea, y es la de que las opiniones son respetables. NO! las opiniones no son respetables bajo ningún concepto, porque por definición una opinión es un argumento no fundado y carente de pruebas por eso mismo, las opiniones no pueden ser respetadas, una persona no se puede aferrar a sus opiniones como si fueran algo inamovibles, puesto que ni siquiera las leyes físicas son inamovibles.
No, la gente usa sus opiniones como si de dogmas se trataran, y eso no es cierto, porque yo puedo decir que opino que la tierra es un objeto sólido de hierro, plano y que está inmóvil en el centro del universo, entonces viene un sismólogo y me dice que la tierra tiene diferentes capas que se pueden comprobar gracias al estudio de las variaciones en las ondas sísmicas, luego viene un astrónomo y me enseña cómo la tierra gira al rededor del Sol, cómo este y los ocho planetas del sistema solar, giran en una parte de nuestra galaxia...
Esa infundada y errónea opinión fue refutada con pruebas, con infinidad de métodos que llevan al mismo resultado, la tierra no es plana, es un objeto esférico que contiene diferentes capas y que gira al rededor del Sol, en una galaxia llama Vía Láctea.
Ahora me viene un tipo y me dice que tal dios existe, que es quien creo todo lo que veo y todo porque según él lo pone en un libro del cual ni siquiera sabe su procedencia. Qué quieres que te diga, al menos los griegos eran más graciosos hora de explicar sus dioses.
Edit:
itsmeraf, el ateísmo no es una religión no nos equipares a ellos, para que exista una religión tiene que existir, fe, tiene que haber dogmas, pilares básicos en la que se fundamente, y tiene que existir una creencia en algo.
El ateísmo no es la negación sistemática de los dioses porque sí, eso serían dogmas, el ateísmo se basa en pruebas, en hechos y datos. Y en el mayor fallo de todas y cada una de las religiones, la total falta de pruebas empíricas de lo que dicen.
En mi garaje vive un dragón que escupe fuego por la boca.
Supongamos (sigo el método de terapia de grupo del psicólogo Richard Franklin) que yo le hago a usted una aseveración como ésa. A lo mejor le gustaría comprobarlo, verlo usted mismo. A lo largo de los siglos ha habido innumerables historias de dragones, pero ninguna prueba real. ¡Qué oportunidad!
- Enséñemelo - me dice usted.
Yo le llevo a mi garaje. Usted mira y ve una escalera, latas de pintura vacías y un triciclo viejo, pero el dragón no está.
- ¿Dónde está el dragón? - me pregunta.
- Oh, está aquí - contesto yo moviendo la mano vagamente -. Me olvidé decir que es un dragón invisible.
Me propone que cubra de harina el suelo del garaje para que queden marcadas las huellas del dragón.
- Buena idea - replico -, pero este dragón flota en el aire.
Entonces propone usar un sensor infrarrojo para detectar el fuego invisible.
- Buena idea, pero el fuego invisible tampoco da calor.
Se puede pintar con spray el dragón para hacerlo visible.
- Buena idea, sólo que es un dragón incorpóreo y la pintura no se le pegaría.
Y así sucesivamente. Yo contrarresto cualquier prueba física que usted me propone con una explicación especial de por qué no funcionará.
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre un dragón invisible, incorpóreo y flotante que escupe un fuego que no quema y un dragón inexistente? Si no hay manera de refutar mi opinión, si no hay ningún experimento válido contra ella, ¿qué significa decir que mi dragón existe? Su incapacidad de invalidar mi hipótesis no equivale en absoluta a demostrar que es cierta. Las afirmaciones que no pueden probarse, las aseveraciones inmunes a la refutación son verdaderamente inútiles, por mucho valor que puedan tener para inspirarnos o excitar nuestro sentido de maravilla. Lo que yo he pedido que haga es acabar aceptando, en ausencia de pruebas, lo que yo digo.
Lo único que ha… » ver todo el comentario