Vaya por delante mi total apoyo a vuestra asociación y a cualquier persona que desee disponer de su vida a su voluntad mientras sea consciente de ello, enferma o no.
Defendemos, de modo especial, el derecho de las personas enfermas terminales e irreversibles a morir sin sufrimientos, si este es su deseo expreso.
Entiendo que tenéis enfrente grupos de presión, religiosos y políticos, que pondrán trabas constantemente a vuestra labor y que, aunque a regañadientes, puedan mal aceptar ese derecho en enfermos terminales e irreversibles de ninguna de las maneras van a avenirse a que eso pueda aplicarse también en personas físicamente sanas y ese "de modo especial" implica que vosotros no las excluís.
Entiendo también que esas personas ya han pasado por profesionales de la salud mental y que siguen teniendo esa firme voluntad de seguir adelante con su deseo por las razones que cada uno tendrá y entenderá.
¿Recibís consultas de personas físicamente sanas sobre el proceso a seguir? ¿Cual es vuestra actuación y protocolo en casos así? ¿Las remitís o informáis a algún organismo de salud o institución especial de prevención de suicidios?
Muchas gracias por venir y, sobre todo, por vuestra labor.
Pero dos hombres allegados a Trump —su viejo amigo Roger Stone y su exasesor de seguridad nacional Michael Flynn— tienen contactos conocidos con grupos extremistas de ultraderecha que, en algunos casos, han sido acusados de participar en los disturbios.
Cassidy Hutchinson, quien fue asistente del jefe de despacho de Trump, Mark Meadows, también le dijo a la comisión investigadora que había escuchado mencionar a los Proud Boys y a los Oath Keepers en los días previos a la protesta de “Stop the Steal” —donde protestaron contra los resultados de la elección presidencial— y que tuvo lugar en Washington poco antes del asalto a la sede del Congreso. Pero hasta el momento no se han dado más detalles.
Vaya por delante mi total apoyo a vuestra asociación y a cualquier persona que desee disponer de su vida a su voluntad mientras sea consciente de ello, enferma o no.
Defendemos, de modo especial, el derecho de las personas enfermas terminales e irreversibles a morir sin sufrimientos, si este es su deseo expreso.
Entiendo que tenéis enfrente grupos de presión, religiosos y políticos, que pondrán trabas constantemente a vuestra labor y que, aunque a regañadientes, puedan mal aceptar ese derecho en enfermos terminales e irreversibles de ninguna de las maneras van a avenirse a que eso pueda aplicarse también en personas físicamente sanas y ese "de modo especial" implica que vosotros no las excluís.
Entiendo también que esas personas ya han pasado por profesionales de la salud mental y que siguen teniendo esa firme voluntad de seguir adelante con su deseo por las razones que cada uno tendrá y entenderá.
¿Recibís consultas de personas físicamente sanas sobre el proceso a seguir? ¿Cual es vuestra actuación y protocolo en casos así? ¿Las remitís o informáis a algún organismo de salud o institución especial de prevención de suicidios?
Muchas gracias por venir y, sobre todo, por vuestra labor.