¿Y nos extraña? Se están dando cuenta de que viven una estafa, que el pacto social se ha roto, que ya no existe posibilidad alguna de crecer y prosperar, ¿y nos choca que no quieran vivir en un mundo en el que no existe ninguna salida? Están hartos de ver a sus padres partirse el lomo de la mañana a la noche, para tener que comer patatas viudas desde el día 27, padres que tienen carrera universitaria, padres que tienen títulos, idiomas, y que ya no es que no se puedan permitir vacaciones o lujos... hablamos de que no llegan a fin de mes, de que tienen que comer en casa de los abuelos para poder pagar la hipoteca, o de que todas las cenas son a base de leche y galletas, pero todavía tienen que sentirse derrochones e irresponsables por tener Netflix.
Ayer mismo lo hablaba con un amigote mío: la desesperanza está creciendo a pasos agigantados y es BRUTAL, porque los chavales ven que la única salida que tienen es HUIR de este país de pandereta en el que te piden una ingeniería, seis idiomas, dos másters, dominio absoluto de veintiocho programas y saber hacer café turco para cobrar 900 euros con horario de ocho de la mañana a diez de la noche, salvo en picos de trabajo, que directamente tienes que aportar tienda de campaña y camping-gas para dormir en el puesto. Eso o, como mucho, estudiar una oposición y tener la reputísima suerte de sacarla.
Cuando a tu alrededor no ves más que a gente trabajadora, muy válida, que se ha partido el lomo y no ha conseguido nada aparte de sacrificar su juventud trabajando como un MULO, y eres consciente de que a ti te aguarda lo mismo o peor todavía (no ser nunca dueño de una casa, no poder independizarte solo y quizá ni en pareja, trabajar horarios absurdos para hacer rico a otros y generar una plusvalía de la pera para que a ti te den dos céntimos y todavía te digan que tu avaricia daña la economía, que esto no puede ser, que la sanidad ya no puede ser pública, que la jubilación ya no es viable, pero que la iglesia necesita más fondos)... pues es normal que un día digas "al diablo con todo" y hagas un Larra.
#133 Pues sinceramente, me dio un arrechucho hace dos años que acabé en la UCI, debuté como diabética y ahí el cerebro me hizo click. "Dita, mi vida", me dije "el querer ser siempre la número uno en ventas, toda tu ansiedad, tu autoodio, el pensar siempre que no eras suficiente y todos los atracones por ansiedad, el querer abarcar siempre más de lo que podías y el no sacar nunca cómo te sentías, ¿a dónde te ha traído? A la UCI, a las puertas del Otro Barrio. Es hora de admitir cosas y de empezar a cambiar".
En diabetología, cuando me explicaron lo que me había sucedido y lo que iba a ser ahora mi vida con insulina, me trataron (como todo el mundo en La Paz, que son unos profesionales como la copa de un pino y que deberían cobrar mucho más) con una amabilidad infinita y una comprensión absolutas. Allí conté yo todo lo que me había hecho a mí misma por culpa de la ansiedad, la depresión y también en parte por culpa del rechazo que recibía de mis semejantes y que yo tampoco sabía canalizar ni lidiar con él de forma positiva. La doctora me dijo que todo aquello era muy bueno, que admitir mi problema con la comida era el primer paso para vencerlo. Allí me enseñaron a comer.
"La mayor parte de la gente no sabe comer", me dijo la doctora, también diabética "creemos saberlo, pero no es cierto. El cuerpo necesita de todo, también hidratos y grasas, eso del ayuno intermitente es muy peligroso hacerlo sin supervisión médica, porque puedes entrar en cetoacidosis, que es lo que te ha pasado a ti". Me enseñaron "la regla del plato", que consiste en tomar un plato llano y partirlo mentalmente en tres porciones, una mitad y dos cuartos. La mitad ha de ser ensalada fresca, un cuarto han de ser legumbres, y el otro cuarto, proteína. "La diabetes no es una cárcel", me dijo. "Mucha gente se piensa que un diabético no puede comer más que lechuguita y no es verdad, tú puedes comer de todo, y cuando digo de todo, quiero… » ver todo el comentario
El sistema de votos de Reddit no es exactamente como el de aquí. No te resta karma votar negativo, pero como en muchas otras webs el sitio estaba siendo lentamente carcomido desde dentro por astroturfers (intoxicadores pagados) y botnets (redes de robots contratadas para votar envíos o comentarios, a favor o en contra).
Supuestamente para solucionar todo eso idearon el "Reddit premium", que es la misma web pero sin anuncios y que a la vez era un modo de vender "oro de Reddit" a cambio de dinero real. Con ese "oro de Reddit", además de votar positivo/negativo como siempre, podías regalar "Reddit Premium" a otros usuarios o dar premios a sus envíos o comentarios si te gustaban (premios que se pagaban con ese "oro de REddit"). El rollo no gustaba a todo el mundo, pero acabó por implantarse y popularizarse.
La cumbre de ese sistema se alcanzó en 2021 después de que un usuario de Reddit, que frecuentaba un subreddit sobre la bolsa (algo similar a los subs de aquí), descubriese que los mayores fondos de inversión del planeta habían apostado contra GameStop (una cadena de venta de videojuegos) poniéndola en corto al desnudo (resumiendo y simplificando: descubrió que los fondos de inversión habían vendido más acciones de esa empresa de las que existen, lo que implicaría un riesgo literalmente infinito de pérdidas para los fondos de inversión). Aquel usuario hizo la apuesta contraria e invirtió en GameStop y lo publicó en Reddit, llegando a ganar unos trece millones de dólares en opciones de la empresa... y sin haber vendido ni una sola de sus acciones.
Ahí se armó la marimorena, porque mucha gente de todo el mundo visita la web y empezó a votar y premiar a ese usuario en masa... y Reddit empezó a perder la cabeza, porque algunos de los fondos que estaban perdiendo MILES de millones de dólares con todo ese asunto... también habían invertido en Reddit.
#7 Yo te hubiese acompañado, pero cantando "Gimme da power" de Molotov
En cierta ocasión, durante un viaje Japón con los amigotes, en Tokio, nos fuimos a un karaoke (a ver, no puedes ser freak, ir a Japón, y no meterte en un karaoke a darlo todo cantando el opening de Evangelion, shinwo-na-ninaaaaaare!), y allí, hasta cierta hora, hay barra libre. Servidora se metió los lemmy en fila india y para terminar la noche, ronda de chupitos. Cuando salimos, iba flotando, con una risa floja que me hacía gracia todo. Di que llegando al hotel, nos cruzamos con una tromba de japoneses oficinistas que venían peor que nosotros, cantando "desde Nara a Kiotoo, vengo por toda la orillaaaa...", más o menos. Choqué con uno, yo le pido perdón en español, él me lo pide en japonés, los dos petándonos de risa, y en esto que me voy a él, haciéndole gesto de que se me acerque. Se me acerca. Y yo, con un MELOCOTÓN de tres pares, le atizo un beso en todos los morros y le suelto "hale, hermoso, ¡souvenir from Spain!".
Mis amigos devorados de risa por el suelo, y me tuvieron que coger del brazo y llevarme al hotel a la carrera, porque el japonés se nos venía detrás A ver, me acuerdo ahora y pienso, "joer, Dita, ¡qué irresponsable! Ahí, besando al primer japonés que te sale al paso", pero todavía me río, de verdad.
#1 Muchos de aquí que yo me sé acaban de eyacularse encima al leer esta salvajada. Y sin risas, porque "cuando las barbas de tu vecino veas pelaaaar..." pues eso.
No nos queremos dar cuenta pero estamos en una guerra. Una guerra de ricos contra pobres en la que se nos hace saber, más o menos veladamente, que no tenemos derecho a vivir a no ser que tengamos una cuenta bancaria abultada. Nos explotan, nos impiden estudiar, frenan el ascensor social de nuestros hijos, ponen trabas a reclamaciones justas, nos saquean nuestros alimentos y nos sugieren comer insectos, nos ponen como algo guay y diver la pobreza ("la moda del co-living, compartir tu casa y gastos con amigos... la moda del car-for-friends, turnarse para compartir coche, ¡bueno para tu bolsillo y bueno para el planeta! La moda del "re-venting food", ¡ahorra hasta treinta céntimos en tu carro de la compra aprovechando la comida que sólo está un poco podrida! ¡Ahora, sin moscas!"), pretenden comprar a nuestros bebés y ahora también nuestros órganos porque, claro, los ricos tienen derecho a comprarlos porque se han esforzado más, han trabajado más y tienen dinero suficiente. Dinero suficiente para que pagues tu hipoteca o tu alquiler, fracasado de mierda, que nunca has emprendido, nunca te has esforzado en nada y nunca has valido para nada. Deberías estar contento de que, al menos, puedas vendernos tus órganos para dar de comer a esos hijos que te miran con desprecio porque eres un fracasado. Por cierto, ese bebé, el rubito pequeño, ¿me lo vendes? No, al otro no lo quiero, ya tiene dos años y además es moreno, puagh.
Y por si no os queda claro: esa guerra... no. No la estamos ganando.
—¡El progreso! —repitió, y el acento de angustia y turbación se transformó en un tono confiado—. ¡El progreso! Ustedes los políticos no se cansan de hablar de él. Como si fuera a durar… indefinidamente. Más autos, más niños, más provisiones, más anuncios, más dinero, más de todo, para siempre. Debería tomar usted unas cuantas lecciones de mi especialidad: la biología física. ¡El progreso, verdaderamente!… ¿Qué piensan hacer ustedes, por ejemplo, con el fósforo?
Esta pregunta era una acusación personal.
—Pero todo esto está fuera de la cuestión.
—Al contrarío —replicó Lord Edward—, es la única cuestión.
Su voz se había hecho fuerte y severa. Habló con un grado de coherencia mucho mayor que el ordinario. El fósforo había hecho de él un hombre nuevo: tenía una opinión sólidamente cimentada acerca del fósforo y, sintiéndose firme, estuvo firme. El oso acosado se había convertido en atacante.
—Con su agricultura intensiva —continuó— están ustedes exprimiendo simplemente el fósforo de la tierra. Más de la mitad del uno por ciento anual desaparece completamente de la circulación. Y luego, ¡qué manera de despilfarrar cientos de miles de toneladas de anhídrido fosfórico por los albañales! Lo envían ustedes tranquilamente al mar. Y a esto llaman ustedes progreso. ¡Sus modernos sistemas de alcantarillado! —Su voz tenía un tono abrumadoramente despectivo—. Deberían ocuparse ustedes en devolverlo al lugar de donde viene: a la tierra. —Lord Edward agitó un dedo tendido en signo de amonestación y frunció el entrecejo—. A la tierra, se lo digo yo.
—Pero nada tiene que ver conmigo todo esto —protestó Webley.
—Pues debería tenerlo —contestó severamente Lord Edward—. Ahí está precisamente el mal de ustedes los políticos. No piensan ustedes siquiera en las cosas más importantes. Hablan de progreso y de sufragio y de bolcheviquismo y dejan perder anualmente un millón de toneladas de anhídrido fosfórico en el mar. Eso es idiota, eso es criminal, eso es…… » ver todo el comentario
#3 Cuando mi hermana mayor nos dejó por culpa de la misma pxxx enfermedad, mi tío, quien también perdió a una hija (mi prima, con cuatro añitos, víctima de una meningitis), dijo algo que no olvidaré: "una persona que pierde a sus padres es huérfano, pero a un padre que pierde a sus hijos no se le llama de ninguna manera. Es tan horrible que nadie le ha puesto nombre".
-El agua no se precalienta porq asi va mas rapido la cosa, se precalienta por una razon, el café se quema. El cafe al estar molido tiene mucha superficie de contacto, la temperatura de la cazoleta sube con el fuego, si permanece mucho tiempo con el, la temperatura sube lo suficiente para quemar esos granicos de cafe en contacto y dar un gusto de mierda a cafe quemao, por lo tanto precalientas el agua para que el tiempo con el fuego encendido (que es lo que calienta toda la cafetera incluida la cazoleta) sea el minimo.
-La tapa se deja abierta y en cuanto empieza la el gorgoteo corta el fuego por exactamente lo mismo que lo anterior, ya tienes temperatura suficiente en el agua, incrementarla solo hará que quemes el cafe, con el calor residual tienes mas que de sobra para que salga el agua, de hecho un poco de ella no saldrá y no pasa absolutamente nada.
-Cuando empiezas a escuchar el sfffff de que ha acabado de subir el agua , cierra a toda ostia la tapa (salpica) y mete el culo de la cafetera debajo del grifo para bajar la temperatura y cortar la coccion, este fssss ya no te interesa solo da amargor.
-El cafe en la cazoleta jamas se prensa, se llena hasta el borde y listo, si lo prensas, necesitaras mas presion (mas calor=cafe quemado) para que suba el agua+cafe, la cazoleta nunca prensada.
La cafetera mokka es una maravilla de la inventiva, sencilla indestructible y fiable, pero requiere tecnica no tan dificil pero haberla hayla
#8 En el cuento original de Los Tres Cerditos sí que los dos primeros cerditos construyen su casa con paja uno y con madera el otro. El lobo sopla y sopla, derriba las casitas y se zampa a los cerditos. A diferencia de lo que sucede en Disney o en la mayoría de versiones, sólo el Cerdito Sabio o Trabajador sobrevive gracias a su sólida casa y a su gran astucia, sus dos hermanos son devorados por el Lobo y no se vuelve a saber de ellos.
En cuanto a Pinocho, el libro original es una MARAVILLA, porque no nos pone a un Pinocho inocentón e influenciable, sino a un niño REAL, un travieso, calavera, holgazán y tramposo de marca mayor con el que te ríes un montón y a través de cuyas aventuras aprendes que ese comportamiento puede parecer divertido, pero sólo acarrea malos ratos. En realidad -a diferencia de lo que dice el artículo- el Grillo Parlante (así se llama en la novela) SÍ SIGUE APARECIENDO. Es cierto que Pinocho le tira un mango de martillo y le deja seco pero, más tarde, aparece en espíritu y vuelve a prevenirle contra la Zorra y el Gato. Y todavía más tarde, al final de la novela, aparece de nuevo, corpóreo (a ver, es un cuento, no pidáis lógica) y dueño de una modesta casita en la que acoge a Pinocho y Geppetto. Momento por demás emotivo, porque cuando Pinocho, ya bien escarmentado y feliz por haberse reunido con su padre tras todas sus aventuras, reconoce al Grillo le llama con cariño "Su querido Grillito", y éste le dice "ahora me llamas así. Pero, ¿recuerdas cuando me llamaste "grillacho de mal agüero" y me lanzaste un mango de martillo? ¿Recuerdas que siempre quisiste hacer tu antojo, nunca me quisiste escuchar y me echaste de la habitación de Geppetto, donde yo vivía desde hacía ya tres siglos?". Pinocho, arrepentido, admite que lo recuerda y le dice que le eche a él con cajas destempladas, que le tire un mango de martillo a la cabeza también a él, pero que, por favor, se apiade de su padre y le deje vivir en la cabaña, que… » ver todo el comentario
#6 "Sé tú mismo a no ser que puedas ser Iron Man, en cuyo caso, SÉ IRON MAN" (leído en internet).
Hay quien confunde ser sincero con ser maleducado, ser brutal, ser borde. Y no. Se puede ser "uno mismo" perfectamente sin tener que ser una molestia para los demás, porque si tu personalidad es decirle a alguien "¡hijo, qué gordo te has puesto/a ver si te pintas un poquito, que pareces enferma/te vistes que pareces mi abuelo/te iba a meter tanta leche que si no te hago un hijo, te hago un queso!", lo que falla no es el consejo de ser tú mismo, sino tu personalidad, que vas sin desasnar por esos mundos de Dios.
"Sé tú mismo" es un buen consejo en tanto seas una buena persona, con un cierto interior, un mínimo de amabilidad y empatía. "Sé tú mismo" es un buen consejo en las relaciones humanas, cuando quedas con una persona que te atrae, cuando tienes que liderar un equipo o formar parte de uno. Pero siempre partiendo de la base de la educación, de la urbanidad y del respeto. Ser tú mismo no implica -por un ejemplo- arramblar con todo el buffé libre del hotel y decir "eh, es que yo soy codicioso, y me estoy limitando a ser yo mismo", porque entonces llegará alguien, te estampanará una silla en la cara y te dirá "eh, es que yo soy violento con la gente que me deja sin pan, fiambre ni té, y me estoy limitando a ser yo mismo", y no te quejes si sucede eso.
Esto me recuerda a El Corte Inglés de Cádiz, había un vendedor que era conocido en la zona por una pericia inusitada en el instante de la venta. Un día, el gerente de la Oficina de El Corte Inglés de Serrano, en Madrid, requirió sus servicios para fomentar la venta en uno de sus departamentos menos explotados: el de Caza y Pesca.
En su primer día, el gerente quiso comprobar in situ cómo aquel supuesto “monstruo gaditano de las ventas”, conseguía encasquetar alguna cosa. Vio al hombre ocupado con un cliente y acudió al lugar intentando pasar desapercibido, mirando diversos artículos y escuchando, discretamente, la conversación:
– …Pura caña de bambú, y además reformateada en toda su estructura.
* No sé yo…
– Sí señor, una buena caña. Pero, permítame. Usted es un hombre de gran fortaleza física y quizá ésta no le dé suficiente rendimiento si pesca una pieza grande…
…pongamos por caso una lubina o un pulpo. Le sugiero mejor una de éstas que nos acaban de llegar de Australia…
– ¡No se hable más! Además, piense en sus compañeros de oficina, los va a dejar alucinados. Debería usted llevarse una Polaroid y hacerse una foto con la pieza más grande que consiga. ¡Va a ser usted la envidia del Departamento!
* Hombre, nunca se me dio mal…
– Claro, que una buena caña no es nada sin un buen carrete. Y en carretes, sólo lo mejor de lo mejor. Mire éste: japonés, lo último, 300 metros de hilo de doble resistencia, posibilidad de tres bloqueos. Y si se lleva hoy este modelo –entre usted y yo, ¡por sólo 250 euros!, lo que es toda una ganga– le regalamos un juego de plomos.
* Sí que parece un buen carrete, sí…
– ¿Buen carrete? Mire, yo con uno de éstos pesqué el verano pasado en Barbate un atún de 7 kilos. ¡Una maravilla! Claro, que fue mar adentro porque las piezas buenas sólo se pescan mar adentro. Me refiero a que a la playa no van a venir ellas solitas. ¿Me entiende usted?
* Sí, claro. Entonces…
– Una zodiac es la mejor opción. Ahora, precisamente, tenemos aquí en la… » ver todo el comentario
La única pega es que, generalmente, te enteras de que eres alérgico a un alimento cuando te comes ese alimento, antes no tienes idea.
Va una batallita: cuando yo era pequeña, estaba mala siempre. Cada dos días tenía que si erupciones, que si ahogos, que si tos horrible que no me dejaba ni dormir... mi madre estaba harta de llevarme al pediatra y que este dijese que era mimo, que bastaba con que no me hicieran caso, que me contemplaban demasiado. Cierta vez entramos a unos cines que tenían moqueta. No llegamos ni a la taquilla, me tuvieron que sacar de allí porque empecé a toser y a toser, roja como un tomate y sin poder respirar. Mi madre fue al médico y le dijo que mimo o no mimo, que le diese un volante para hacerme pruebas de alergia o se presentaba sin él en La Paz y no salía de allí hasta que la atendieran. A regañadientes y poco menos que diciéndole que iba a hacer el "ridi", se lo dio.
En la consulta de La Paz me pintaron circulitos en los dos brazos. Yo no sabía para qué, hasta que la doctora empezó a darme banderillazos en cada circulito, que ríase usté del Litri. Yo, con cuatro añitos, me mordí el labio casi hasta hacerme sangre para intentar aguantar, y la doctora, con mucho cariño, me dijo "no te prives, hija, si te duele, chilla". En qué hora. Pegué un berrido que parecía que me estaban despellando los apaches, vamos. Las lágrimas llegaron hasta Plaza Castilla, puedo jurarlo. Cada pinchacito dolía, picaba, quemaba, arañaba, ¡todo a la vez! Resulté ser alérgica al polvo, al polen, a los ácaros, a los antibióticos, al chorizo, al yodo, a nosécuantos tejidos, al veneno de los mosquitos y aún me dejo. Claro está, mi madre volvió a ver al pediatra con la lista de alergias que parecía la de los Reyes Godos, y al tío le faltaban palabras para decir cuánto lo sentía, porque como le dijo ella "¿qué tendría que hacer yo ahora con usted? ¿Le denuncio?". La historia acabó con un final más o menos feliz para mí, y es que, conforme fui desarrollando, fueron desapareciendo todas las alergias.
Plot twist. Son negros o moros. Han venido huyendo de vaya usted a saber qué barbarie porque la televisión no nos ha dicho nada y por lo tanto no pasa nada.
Llegan al aeropuerto de Schiphol, sin papeles, sin saber inglés, sin smartphones o con smartphones de mierda o sin tarifa de datos.
Piden ayuda alrededor. La gente los mira y los esquiva como si fueran un charco de diarrea.
Llegan los maderos. Piden papeles. Responden en moro o en negro, no se sabe qué idioma.
Se los llevan al CIE de guardia.
A los pocos días un juez procesa su estatus. Inmigración ilegal. Unos funcionarios finalmente obtienen, con la ayuda de un traductor negro-blanco o moro-cristiano, la nacionalidad de los interfectos y sus retoños.
Se arregla su vuelo de vuelta, vigilados en todo momento para que no se les ocurra hacer nada. Los niños lloran, el padre también. Que si quiere bolsa señor, y haga callar a los nanos que chillan que no veas.
El avión aterriza en el aeropuerto de vaya usted a saber dónde. Los funcionarios bajan a los deportados. Huele a meados y a basura. Todo parece como de los 80, y desde luego sin mantenimiento como desde 1985 lo menos. Ale, ya estáis en casa. Chao.
Los funcionarios vuelven en ese mismo avión. Estás que se quedan a dormir en ese pozo de país. Además no sería seguro.
Al llegar comentan a sus amigos lo duro que es su trabajo y la gentuza con la que tienen que lidiar, que encima parecen subnormales, coño. ¿Cómo se vienen a Europa sin papeles y sin ni siquiera saber el idioma? ¿Qué pretenden? ¿Un piso y una paguita? Maldita sea, con la crisis que hay, aquí ya no cabemos más. Además son inmigrantes económicos seguro, y oye si hay una guerra en su país deberían quedarse a luchar en vez de huir como cobardes esperando a que los europeos les solucionemos la papeleta.
Por la tarde, ya más descansados del vuelo, enchufan la tele. El Tío Putin ha invadido Ucrania. Se vienen miles de refugiados.
El funcionario entra en su Facebook y se cuelga la banderita de Ucrania en el perfil, mientras comparte todos los posts que ve acerca de ayuda a los refugiados ucranianos.
"El pequeño mapache se ha muerto, ¿y qué sentido tiene que lo hiciera? ¡No le hizo ningún daño a nadie, sólo era pequeñito! Apenas me dio tiempo a decirle hola, y ya tuve que decirle adiós. Por algún triste y horrible motivo, me alegra haberle conocido" (Calvin y Hobbes).
A veces nos rompen el corazón a propósito. Porque sí, porque hay gente que considera divertido reírse de los sentimientos de los demás y usarlos como muescas que anotar en el cañón de un revólver. Otras veces sucede sin querer, nadie tiene la culpa, y es un trago amargo para los dos el que alguien se te ponga delante y te diga que ya no siente lo mismo, que se ha enamorado de otra persona. Te das cuenta cuando es duro para el otro también, cuando este se siente como un canalla. No es que eso te alivie, te quedas hecho mierda igual, pero al menos no te queda la sensación de que se han reído de ti, de que has perdido el tiempo, de que te han usado. La otra persona también pensó que lo vuestro era eterno, que los dos érais el uno para el otro... hasta que la vida le puso por delante a otra persona. A SU persona. No mejor, ni más guapo, ni más nada. Sólo otra persona que le puso de medio lado el corazón, y contra eso, no hay fuerza que valga. Pretender "luchar por ese amor", no lleva a nada, porque ya no hay amor, la otra persona puede quererte, pero ya no te ama y no lo volverá a hacer. En ese caso, decir "voy a luchar por recuperarte" es tan estéril como decirle a un animal moribundo, sin esperanza de curación y que sólo sufre que "vas a luchar porque sane". Es inútil. Es preferible quedarse con los buenos recuerdos y dejarle ir. Y con esto no quiero decir que si alguien deja de amarme, sea un animal.
Yaaaa estamos, ¡es que no puedo permanecer seria ni diez líneas, joer!
#1"Desde que el hombre dejó por primera vez su cueva y conoció a otro individuo con distinto idioma y formas diferentes de ver las cosas, la raza humana ha tenido sólo un sueño: matarlo, para no tener que aprender su idioma ni su forma de ver las cosas."
—Zapp Brannigan, en Futurama
El comentario del vaso medio lleno tambien es de pratchett, pero tenemos que recurrir a la teoria completa;
"Se dice que hay dos tipos de personas en el mundo. Están aquellos que, cuando se les presenta un vaso que está exactamente medio lleno, dicen: este vaso está medio lleno. Y están aquellos que dicen: este vaso está medio vacío.
El mundo pertenece , sin embargo, a aquellos que pueden mirar el vaso y decir: «¿Qué le pasa a este vaso? ¿Perdone? ¡Perdone! ¿ Este es mi vaso? Me parece a mí que no. ¡Mi vaso estaba lleno! ¡Y era un vaso más grande!».
Y en el otro extremo de la barra, el mundo está lleno del otro tipo de personas, las que tienen el vaso roto, o un vaso derribado por descuido (habitualmente por una de las personas que piden un vaso más grande), o las que ni siquiera tienen vaso, porque estaban al fondo de la muchedumbre y no han conseguido llamar la atención del barman."
Terry Pratchett, La verdad
- Ridiculización: jajajaja, ahora no se puede fumar en los bares ¡Qué va a ser lo próximo, prohibir las cañas?
- Agresividad: porque a ver quién tiene cojones de decirme a mí que no se puede fumar, pues yo voy a fumar y al que me diga algo le hago un mataleón, le arranco una oreja de un mordisco y se la escupo en la cara, estos putos progres coartan mi "libertad" de....
- Victimización: me persiguen por ser español de clase trabajadora al que le cercenan su "derecho" de enguarrar el aire, estamos a un paso de la "esclavitud", vaya sociedad de borregos cívicos que respetan a los demás, pero yo soy el baluarte de las "libertades" y....
- Aceptación: - salgo a fumar. -Ah, pues yo ya lo dejé hace más de un año y fue lo mejor que hice, de verdad...
Ahora cambiemos "fumar en los bares" por comer carne como si no hubiera un mañana, ir en coche privado a cualquier sitio, no llevar casco en la moto, no tirar basura en cualquier lado....
#35 Me acuerdo que mi sobrina la mayor pasó una fase en la que no había forma de tenerla quieta en la mesa. Se sentaba, comía una cucharada, se levantaba, volvía, se tomaba otra cucharada, se iba a jugar... mi hermana acababa enfadándose con ella todos los días porque ella curraba por la tarde y no tenía tiempo de estarla persiguiendo por la casa. Un día me la dejaron junto con su hermana pequeña, que entonces aún comía en el biberón. Y se lo dije: "Prima, la comida no es sólo comer, es también estar juntos, hablar... si te levantas de la mesa sin decir nada, yo voy a entender que has terminado de comer y te retiraré tu plato". Dijo que sí a todo. Vale.
Empezamos a comer, y ni dos minutos después se levanta y se va al salón a por no sé qué juguete. Yo la había avisado. Cogí su plato de macarrones y lo metí al microondas. Cuando volvió, puso la cara más triste de la Historia. "¿Dónde está mi plato...?" preguntó. Le contesté que le había dicho qué pasaría si se levantaba de la mesa sin más ni más, que yo pensaría que había terminado y hasta la merienda ya no habría más comida. Hizo un puchero que hubiera partido el corazón a las piedras y prometió que no volvería a hacerlo nunca más, pero que le devolviera su comida. Se lo pregunté otra vez, "¿te vas a volver a levantar de la mesa?", y de nuevo prometió que no. Fui a por su plato, se lo devolví y, en efecto, nunca volvió a repetirlo. Se acabó la fase. Yo no necesité gritar ni enfadarme, sólo poner una regla y aplicarla en consecuencia a sus acciones. Peeeeeeero también vamos a decir que yo entonces estaba en el paro y tenía todo el tiempo del mundo. Para educar bien a un niño, eso es algo imprescindible.
#6 En una tira de Carlitos y Snoopy, Peppermint Patty recibía una amonestación por llevar sandalias en la escuela. Aquellas sandalias se las había comprado su padre (Patty no tiene madre). En palabras de ella: "las vi en una tienda, me gustaron, y papá me dijo: "si te gustan, te las tengo que comprar, porque para eso eres mi preciada joya"." Al día siguiente tiene que ir forzosamente con zapatos para cumplir la norma de vestimenta y se echa a llorar porque echa de menos sus sandalias. Su amigo Franklin, enfadado, dice: "¡sólo sé que una norma que hace llorar a una niña, tiene que ser una norma mala!".
#1 Ella precisamente se ha plantado porque la presión a soportar era excesiva y puede desembocar en cosas como la que nos ocupa. Supongo que sólo habrás querido hacer una gracia, pero ha sido en un momento muy inoportuno.
La salud mental es un tabú como hace años lo era la salud sexual; una persona podía pasar su vida sin conocer el placer por el miedo, por la vergüenza de ir al médico y reconocer el problema. Ahora, una persona, un chiquillo con la vida por delante puede suicidarse porque ni él mismo ni su familia quieren ir al médico y decir "tiene depresión/tengo depresión". Uno dice que tiene depresión, ansiedad o cualquier otro problema de salud mental, y una vocecita acusadora te dice en la oreja "no mientas, no tienes depresión, lo que tienes es mucho cuento. No quieres estudiar, quieres que te presten atencioncita, eso es todo. Nadie a tu alrededor tiene depresión, no sabes vivir, eres un cuentista. Si de verdad tuvieras depresión, no harías tal cosa o tal otra. Ni siquiera saldrías de la cama, embustero, flojo, vago. Eres un fraude, preocupas a los demás, haces sufrir a tus padres, molestas a todo el mundo sólo porque quieres ser siempre el centrito". Podéis creerme, no quieres sentirte así. Por eso te fuerzas a poner buena cara, finges, actúas, vives con una máscara y te aterra que alguien lo pueda notar. Hasta que un día, sencillamente, no puedes más.
Lo mismo te derrumbas en tu casa, delante de tu madre, o con tus amigos, o te echas a llorar en mitad de la calle, porque no puedes más. Llevas intentando controlarte meses o años, escondiéndote en tu cuarto, en un baño, en una trastienda... donde sea, para pasar las crisis, llorar, o vomitar y salir con una sonrisa diciendo "uf, es la última vez que tomo mayonesa de bar". Ese día no has podido, no has aguantado, te has derrumbado. Y entonces llega el pánico. Ahora todo el mundo sabe que no eres capaz de gestionar tu propia vida. Podéis creerme: contar con alguien que te dé… » ver todo el comentario
Ayer mismo lo hablaba con un amigote mío: la desesperanza está creciendo a pasos agigantados y es BRUTAL, porque los chavales ven que la única salida que tienen es HUIR de este país de pandereta en el que te piden una ingeniería, seis idiomas, dos másters, dominio absoluto de veintiocho programas y saber hacer café turco para cobrar 900 euros con horario de ocho de la mañana a diez de la noche, salvo en picos de trabajo, que directamente tienes que aportar tienda de campaña y camping-gas para dormir en el puesto. Eso o, como mucho, estudiar una oposición y tener la reputísima suerte de sacarla.
Cuando a tu alrededor no ves más que a gente trabajadora, muy válida, que se ha partido el lomo y no ha conseguido nada aparte de sacrificar su juventud trabajando como un MULO, y eres consciente de que a ti te aguarda lo mismo o peor todavía (no ser nunca dueño de una casa, no poder independizarte solo y quizá ni en pareja, trabajar horarios absurdos para hacer rico a otros y generar una plusvalía de la pera para que a ti te den dos céntimos y todavía te digan que tu avaricia daña la economía, que esto no puede ser, que la sanidad ya no puede ser pública, que la jubilación ya no es viable, pero que la iglesia necesita más fondos)... pues es normal que un día digas "al diablo con todo" y hagas un Larra.