Julian Assange acusa directamente a la revista Wired de participar directamente en la operación para detener, encarcelar y en su caso condenar a Bradley Manning a la pena capital o en el mejor y más probable de los casos a 52 años de cárcel.
El hombre clave es Adrian Lamo, el hacker que traicionó a Bradley Manning y le delató después de que el joven oficial le confesará vía chat que tenía en su poder información confidencial de alto voltaje. De esto no hay duda, Manning fue arrestado por el chivatazo de Lamo, amigo íntimo de Kevin Poulsen (en los extremos de la foto).
Lamo colaboró con el FBI desde la primera charla con Manning y Wired con el FBI desde la segunda charla en la que todos formaban un equipo. Primero notificado a los agentes federales lo que le dijo Manning y en las siguientes conversaciones sacándole toda la información que podía, asesorado por el FBI. El papel jugado por Wired y en concreto por Poulsen ha sido puesto en cuestión (etica y profesionalmente) por periodistas que no simpatizan precisamente con WikiLeaks.
Este es el punto clave. Lamo le dijo a Manning que el trato entre ellos sería de fuente a periodista (Wired censuró está cita cuando publicó parte del chat). Lamo fue más allá y y le comentó a Manning para que estuviese tranquilo que podía ofrecerle absoluta confidencialidad de todo lo discutido bajo el escudo de la ley de California.
En resumen, Lamo hizo creer a Manning que podía confiar en él y que sus conversaciones eran confidenciales y amparadas por las leyes del secreto profesional y la ética periodística. Pero con el único propósito de informar a continuación al Gobierno… y a su amigo Kevin Poulsen, editor de Wired.
Julian Assange acusa directamente a la revista Wired de participar directamente en la operación para detener, encarcelar y en su caso condenar a Bradley Manning a la pena capital o en el mejor y más probable de los casos a 52 años de cárcel.
El hombre clave es Adrian Lamo, el hacker que traicionó a Bradley Manning y le delató después de que el joven oficial le confesará vía chat que tenía en su poder información confidencial de alto voltaje. De esto no hay duda, Manning fue arrestado por el chivatazo de Lamo, amigo íntimo de Kevin Poulsen (en los extremos de la foto).
Lamo colaboró con el FBI desde la primera charla con Manning y Wired con el FBI desde la segunda charla en la que todos formaban un equipo. Primero notificado a los agentes federales lo que le dijo Manning y en las siguientes conversaciones sacándole toda la información que podía, asesorado por el FBI. El papel jugado por Wired y en concreto por Poulsen ha sido puesto en cuestión (etica y profesionalmente) por periodistas que no simpatizan precisamente con WikiLeaks.
Este es el punto clave. Lamo le dijo a Manning que el trato entre ellos sería de fuente a periodista (Wired censuró está cita cuando publicó parte del chat). Lamo fue más allá y y le comentó a Manning para que estuviese tranquilo que podía ofrecerle absoluta confidencialidad de todo lo discutido bajo el escudo de la ley de California.
En resumen, Lamo hizo creer a Manning que podía confiar en él y que sus conversaciones eran confidenciales y amparadas por las leyes del secreto profesional y la ética periodística. Pero con el único propósito de informar a continuación al Gobierno… y a su amigo Kevin Poulsen, editor de Wired.