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#27
Reduces la homofobia a las agresiones denunciadas. La homofobia la vivimos constantemente, en la calle y en casa, por extraños y familiares. En nuestras vidas es todo menos estadísticamente irrelevante. Profundiza en el tema y verás que un porcentaje muy relevante de tus conciudadanos sufrimos consecuencias físicas, mentales, laborales, legales… hay infinitud de estadísticas.
Todo esto es totalmente inaceptable y tenemos que seguir hablando de ello (y toda discriminación) para solucionarlo. Esa resistencia que tienes a aceptar o calibrar el alcance de la homofobia dice mucho. Hurga en ello.
#39 Todo esto es totalmente inaceptable y tenemos que seguir hablando de ello (y toda discriminación) para solucionarlo.
Si podemos hablarlo sin insultos y sin despreciar el sufrimiento de otras personas, perfecto. Si para hablar de los derechos de unos hay que atacar los derechos de otros, entonces habrá problemas.
Respecto al tema de las denuncias, mi opinión es tajante: salvo imposibilidad manifiesta, las agresiones hay que denunciarlas. Si una persona es apaleada, y no denuncia a sus agresores, al día siguiente otra persona puede sufrir su violencia. Poder denunciar agresiones no es un privilegio. Es un deber ético.
#39 No lo hago. Si relees mi comentario anterior (#27): "Las agresiones motivadas por homofobia (que sólo son uno de muchos otros síntomas de homofobia)"...
El único problema grueso respecto a las discriminaciones es que el porcentaje de población que discrimina, que es muy bajo, es precisamente el que más poder tiene: Poder para contratar o despedir, para impulsar o cerrar campañas de marketing, dar o quitar voz en los medios, o vender y comprar propiedades y voluntades, como en la mayoría de problemas de este país. No hace falta hacer el panoli hablando continuamente de minorías, diversidad y ofensas, sólo hacer un reequilibrio drástico del poder político y económico para que, aunque alguien te grite "maricón" por la calle, su efecto no pase de ser un silbido en tus oídos.
#50 Por los hechos, parecería que se trata más de un problema de salud mental que de "costumbre retrógadas". Loco no creo que te llame nadie. Otras cosas, seguro.
Es q los bisexuales son muy bisexuales y mucho bisexuales
#27
Reduces la homofobia a las agresiones denunciadas. La homofobia la vivimos constantemente, en la calle y en casa, por extraños y familiares. En nuestras vidas es todo menos estadísticamente irrelevante. Profundiza en el tema y verás que un porcentaje muy relevante de tus conciudadanos sufrimos consecuencias físicas, mentales, laborales, legales… hay infinitud de estadísticas.
Todo esto es totalmente inaceptable y tenemos que seguir hablando de ello (y toda discriminación) para solucionarlo. Esa resistencia que tienes a aceptar o calibrar el alcance de la homofobia dice mucho. Hurga en ello.
#39 Todo esto es totalmente inaceptable y tenemos que seguir hablando de ello (y toda discriminación) para solucionarlo.
Si podemos hablarlo sin insultos y sin despreciar el sufrimiento de otras personas, perfecto. Si para hablar de los derechos de unos hay que atacar los derechos de otros, entonces habrá problemas.
Respecto al tema de las denuncias, mi opinión es tajante: salvo imposibilidad manifiesta, las agresiones hay que denunciarlas. Si una persona es apaleada, y no denuncia a sus agresores, al día siguiente otra persona puede sufrir su violencia. Poder denunciar agresiones no es un privilegio. Es un deber ético.
#39 No lo hago. Si relees mi comentario anterior (#27): "Las agresiones motivadas por homofobia (que sólo son uno de muchos otros síntomas de homofobia)"...
El único problema grueso respecto a las discriminaciones es que el porcentaje de población que discrimina, que es muy bajo, es precisamente el que más poder tiene: Poder para contratar o despedir, para impulsar o cerrar campañas de marketing, dar o quitar voz en los medios, o vender y comprar propiedades y voluntades, como en la mayoría de problemas de este país. No hace falta hacer el panoli hablando continuamente de minorías, diversidad y ofensas, sólo hacer un reequilibrio drástico del poder político y económico para que, aunque alguien te grite "maricón" por la calle, su efecto no pase de ser un silbido en tus oídos.
#50 Por los hechos, parecería que se trata más de un problema de salud mental que de "costumbre retrógadas". Loco no creo que te llame nadie. Otras cosas, seguro.
Es q los bisexuales son muy bisexuales y mucho bisexuales
Bye-bye Urdaibai