#5 Preferir la cadena perpetua a la pena de muerte es objetivamente una opinión (en el sentido de culo).
En muchas ocasiones estar muerto en vida es un castigo infinitamente mas duro y agresivo que dar fin a todo.
No entro en valorar si es mejor una u otra solución desde un punto de vista, ético, moral, bla bla bla.
Desde el mi propio culo (opinión) yo preferiría que me eliminasen a cargar indefinidamente con quedarme muerto en vida durante 60 años.
El resurgir del paganismo es un fenomeno superinteresante, como fan de Neil Gaiman y American Gods siempre me he preguntado si esos dioses realmente "estan" ahí, en nuestro inconsciente colectivo, esperando su oportunidad para volver
¡Gracias FLASH! porque gracias a tí tuvimos Youtube en el 2005. ¡Gracias FLASH! porque gracias a tí tuvimos juegos en la web. ¡Gracias a FLASH! porque nos enseñaste como sería la Web con 15 años de anticipación. ¡Gracias!
Viendo lo que pone en su perfil poco me extraña: Periodista. Postfeminista. Literatura, rap, nuevas tecnologías. Epidermia (El Gaviero Ed., 2011). Máster en Cultura. A veces lluevo.
¿Qué será lo siguiente? ¿La violo con la mirada o hizo más ruido del debido en la biblioteca para demostrar que él es un macho y pertenece al lugar mientras ella no?
#4 No es una moda, es simplemente el perfeccionamiento de este sistema atroz que es el capitalismo. Este sistema, tras el crack del 29, se basa en forzar a la gente a consumir cuanto más mejor (incluso si son cosas que no necesita), a basar su ocio en el gasto de dinero, a producir y producir incesantemente. Con este objetivo en mente, una ciudad con árboles, espacios donde poder sentarse a gusto sin pagar, en definitiva una ciudad donde uno pueda desarrollar un ocio gratuito que no implique consumo, es contraproducente; es mucho más útil una ciudad diseñada a modo de centro comercial en la que las calles y aceras sólo existan para moverse de casa al trabajo, del trabajo al centro comercial y del centro comercial a casa, dando prioridad a los vehículos, sin ofrecer espacios donde pueda uno sentarse gratuitamente, sin ofrecer la posibilidad de que los niños tengan un parque pagado con dinero público en el que puedan jugar gratis, reduciendo los espacios agradables cobijados del sol y del calor a las terrazas de los comercios donde sólo podrás sentarte si vas a consumir algo.
No es ninguna moda, es la ultraideologización, subconsciente y no reconocida abiertamente, de los comportamientos sociales, para que éstos se adapten al capitalismo en lugar de adaptar el capitalismo a éstos. Es el liberalismo llevado a la arquitectura. Es el diseño de las ciudades siguiendo criterios mercantilistas. Es, en definitiva, un rasgo más de este sistema, un rasgo no pasajero ni temporal, sino que será perpetuado en el tiempo mientras el capitalismo conserve el nivel actual de obsesión por el consumo.