A mi modo de ver, está claro que esta ley se ha sacado aún en "pañales", pero también creo que el tema es bastante complejo y que nunca habrá una solución que nos agrade a todos. Entiendo que habrá futuras revisiones, sustituciones o lo que quiera que hagan para depurar aún más el reglamento y que todos salgamos "beneficiados". Mas no entendáis que hago política, no voy por esos derroteros. Tan sólo creo que hay uso del realismo de la situación.
Pienso que al fin y al cabo, esta ley tan discutida y que da tanto que hablar, pone de manifiesto un problema que otros ya habéis reseñado en algunos de vuestros comentarios. El problema de fondo radica en el RESPETO, ni más ni menos.
La solución, pues, no creo que pase por permitir y prohibir solamente. Ni tampoco por medidas del estilo de anular ciertos derechos constitucionales a la gente por el hecho de fumar o no.
Para mí, fumar no es un derecho en sí. Es, tan sólo, una opción. El verdadero derecho que cada persona tiene es el derecho a la vida, con todo lo que ello implique en lo que a mantenerse salvaguardado de enfermedades o de cualquiera otra cosa que pueda vulnerar su salud. Si quiero fumar, es una opción que tengo, pero no porque me vea en el derecho de hacerlo, sino porque, a sabiendas del riesgo que corro al hacerlo, opto por seguir adelante y llenar mis pulmones de todo lo que lleve un cigarrillo. Pero el que yo elija fumar no implica que deba hacer fumar a todos los que no lo han elegido y que están a mi alrededor. Ahí es donde radica el respeto.
Nacemos no fumadores. ¿Quieres fumar? Vale, pero no me hagas fumar a mí. Respétame. Ya te respetaré yo de otras formas, seguramente. Viene a ser algo en consonancia con lo que se decía en alguno de vuestros comentarios: "la libertad de cada uno termina donde empieza la del de al lado", pero sin pisar.
A todo esto, soy fumador y tengo claro que, haya ley o no que lo permita o prohiba, hay situaciones sangrantes. Sin ir más lejos, me parece inaudito que se de la situación de que le tenga que decir a una dependienta de una tienda de muebles que no fume delante de tu mujer, que está embarazada, cuando yo mismo no lo hago por los riesgos que entraña para el feto. La dependienta tardó 4 avisos más en apagar el cigarrillo, aludiendo que no pasaba nada. 4.
Pero supongo que todo no es tanto ni tan calvo. Respetémosnos un poquito más, que en este país nos hace falta mucho de eso.
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La multa era de menos de 100 euros. Ya puestos, al que cometió el error, ¿no se le antojaba poco importe por ir a más de 600?