#52 Poniendo a dieta de verdad el estado. O sea reduciendo las competencias sobre nuestras vidas que ya somos mayorcitos para decidir en qué queremos gastar el dinero, a qué medido acudir, a qué colegio matricular a nuestros hijos, a qué edad y cuánto podemos y queremos destinar a nuestra futura jubilación que es inmoral que dependa de las decisiones del político de turno en vez de nosotros mismos, 0 subvenciones empezando por sindicatos, patronal y partidos políticos y siguiendo con sectores enteros de actividad como por ejemplo la minería engulliendo ya 24 MIL MILLONES que se dice pronto.
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#53 Detrás del rimbombante nombre en realidad yace la mano extorsionadora de unos que se han montado un chiringuito de lo más lucrativos para ellos: el supuesto estado del bienestar. El impuesto sobre el valor añadido es una burla a los trabajadores por cuenta propia y ajena que sí crean valor de verdad, generando riqueza en el merca para ellos, sus familias y de forma indirecta para muchos más. ¿En cambio qué valor añadido aporta el estado?: colas en la sanidad pública y ahora tripago, carreteras públicas cutres y mal peraltadas, educación pública que nos deja en los últimos puestos en cuanto a preparación y competitividad en la vida real cuando nuestros hijos salgan a ganarse el pan; pensiones de misería tras habernos obligado a cotizar un dineral a una estafa piramidal llamada SS que si lo montase el ciudadano de pie iría a la cárcel en vez de dejar que coticemos cada uno por nosotros mismos y destinar un porcentaje razonable a un fondo de solidaridad para con los de nuestra propia generación que en momentos puntuales de sus vidas no puedan cotizar lo mínimo que la ley fijaría para ello a tener su propio fondo de capitalización privado o público. Mejor privado en vistas de la gestión ruinosa del estado en todas las facetas de nuestra sociedad en las que mete la manaza.