#6 Si en el tabaco poner que fumar mata, ¿por qué no poner un sistema de colores tipo semáforo en los alimentos elaborados? Así descubriremos que nuestras galletas favoritas llevan más sal y azúcar de la que seríamos capaces de comer o que las verduras salteadas tienen más grasa de la recomendable.
Ya que la industria no es capaz de autoregularse, habrá que poner los medios para obligarles a decir (en un lenguaje que entienda la gente normal) la composición de sus productos.
#4#5 Pues no estoy de acuerdo con vuestros comentarios. Si resulta que Macdonalds se gasta cada año 300 millones de € en recordarnos lo saludables que son sus menús, Telepizza nos dice que sus pizzas son perfectas para comer delante del televisor y que Coca Cola es la mejor bebida para acompañar a tus comidas, habrá muchas personas que harán caso a los anuncios.
En este país todos decimos que no hacemos caso a la publicidad. Menospreciamos su función y su valor. Y como el presupuesto del gobierno para "enseñarnos" a comer bien es ridículo respecto al destinado por las multinacionales para vendernos sus productos, resulta que millones de personas acaban con malos hábitos alimentarios (sin ellas ser conscientes).
#6#71 Hola. Soy Juana María, la autora del artículo. No soy usuaria de Menéame y me he creado una cuenta para comentar mi imparcialidad. Mi currículum y mi experiencia está al alcance de todo el mundo en mi perfil de Linkedin (hay un link bien grande en mi web). Allí podréis ver que hace 6 años que no trabajo para el Grupo Leche Pascual. La mención que he hecho en el artículo pretendía servir de garantía a mis conocimientos del proceso de fabricación de los zumos envasados.
En el artículo doy mi opinión sobre el sabor del producto pero el resto de la información proviene del etiquetado del producto y de su publicidad. Lo que intento destacar es la mala praxis llevada a cabo por la marca y las vulnerabilidades cometidas respecto a la reglamentación actual.
Me alegro que haya sido interesante para toda la comunidad. Gracias a todos por participar y un saludo!
Ya que la industria no es capaz de autoregularse, habrá que poner los medios para obligarles a decir (en un lenguaje que entienda la gente normal) la composición de sus productos.