#19 Discrepo que sea vergüenza de su ciudad.Sevilla era un ciudad republicana, la llamaban "Sevilla, la roja". Como vd dice era un sádico asesino y, gracias a ello, pudo controlar la capital hispalense. Cuando escribí el artículo, me impresionó muchísimo el grado de virulencia que utilizaba este criminal en sus famosas charlas radiadas reproducidas en toda la prensa de la España franquista.
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Algunas personas reprochan que el artículo es sesgado, que da una visión idílica de la España republicana y que ignora los abusos que en ella se cometieron, Al escribirlo, ya desde las primeras líneas, dejo constancia de que abusos sexuales en contra de las mujeres se han dado en todas partes y en todos los tiempos.Desgraciadamente, es así. En este caso, sin embargo, me ocupaba de los que se llevaron a cabo en la zona "nacional" lo cual no significa que no pueda más adelante abordar los que se produjeron en la republicana. Dicho esto, no creo que se pueda hablar de igualdad en la barbarie. La situación de la mujer en el bando gubernamental era legalmente mucho mejor que en el franquista y eso es absolutamente indiscutible. Evidentemente ello no significa que no se dieran casos de violaciones y de abusos y no creo que nadie lo niegue. Sin embargo,incitaciones públicas a la violación de mujeres como las que hacía Queipo de Llano desde la radio sevillana no se dieron en los territorios bajo control gubernamental. Además,los mandos militares no apoyaban sistemáticamente tales abusos como sí que sucedía en el bando franquista. La mujer sufrió una discriminación no ya por "roja" que también sino por ser "mujer moderna y libre", lo cual chocaba con el modelo nacionalcatólico. Un modelo de mujer que no era el de la zona republicana en donde había conquistado unos derechos de que nunca había disfrutado hasta entonces y que los sublevados se encargaron de cercenar desde el primer momento.