#54 El nóumeno es la cosa en sí kantiana, si no recuerdo mal, a diferencia del fenómeno que es lo que percibimos de ella. Las pareidolias consisten en encontrar rostros donde no los hay. Hipostasiar, según la rae es personificar una realidad abstracta.
No sé, es un poco críptico tu mensaje, pero puedo imaginar que pretendes decirme algo semejante a que la fe es una ilusión que consistiría en tres errores:
- Afirmar enunciados sobre el nóumeno (inaccesible al conocimiento) partiendo del fenómeno.
- Encontrar patrones y sentidos donde no los hay.
- Y personificar esos patrones, diciendo que las supuestas huellas de un Creador son, además, reflejo de un Dios personal.
No sé si voy bien encaminado...
#55 Hola. No, no he visto ninguna de esas dos películas, aunque les tengo ganas, sobre todo a la segunda.
Yo no veo que se haya amoldado tanto históricamente. De hecho, hoy en día la distancia entre las posturas de la Iglesia y las de la sociedad es muy grande (también lo fue por ejemplo durante el Imperio Romano). Sí es verdad que las reflexiones teológicas van aportando más luces a la comprensión de los textos, y que los avances históricos y filosóficos también contribuyen a que podamos mirar con luz nueva la realidad toda, incluida la fe. En todo caso, si tienes algunos ejemplos concretos podemos debatirlo, pienso que podría ser interesante.
La Iglesia acepta a los homosexuales, sólo dice que los actos homosexuales son pecado. Es diferente, aunque comprendo que resulte muy difícil de aceptar. Quizás cambien la manera en que se dice esto, pero no creo que nunca se ponga en plano de igualdad la relación homosexual que la heterosexual. Respecto a las mujeres, como el sacerdote en la misa hace el papel de Cristo, y Cristo era hombre, dudo que algún día esto cambie. Ha cambiado en otras confesiones cristianas que han dejado de creer en la transubstanciación, y que por tanto contemplan de manera diferente la Eucaristía. Lo que sí ocurrirá, espero, y ya poco a poco se empieza a notar, es que las mujeres ocuparán mayores puestos de responsabilidad en la Iglesia, y que el genio femenino tendrá lo mismo que aportar que el masculino.
Respecto a los extraterrestres, soy muy escéptico, aunque quién sabe. Sería toda una revolución si encontráramos inteligencia alienígena no humana, y seguro que la teología tendría que dar cuenta de ello de una manera que no soy capaz de prever. Por ahora yo me centro en lo que veo, que es el ser humano. Algunos teólogos dicen que no sería un problema y que tratarían de convertir y bautizar a esos extraterrestres, pero yo eso lo siento un poco ridículo. Si llegara ese caso no sé qué pensaría. Pero por ahora, como hipótesis, lo considero poco probable.
Lo de la inmortalidad sí sería más problemático, jeje. Por un lado iría contra las leyes de Dios en el sentido que dices. Pero quizás no ocurriría nada, en el sentido de que los que decidieran no morir ya habrían tenido su recompensa, y a lo mejor se estarían perdiendo una existencia mejor. Esa hipótesis empieza a ser más probable y reconozco que me resulta inquietante. No creo que sea lo que Dios quiere para nosotros. Pero comprendo perfectamente que resulte esperanzador para muchos. Yo tendría también la duda de si conectarme o no, claro.
Gracias a ti, agnóstico teísta, me recuerdas a mí hace unos años...