"Por amargo que resulte, los españoles quieren que hagamos reformas": Ardo en deseos, Mariano, de poder caer enfermo y que se aproveche esto para echarme a la calle, y allí espero vehementemente que las fuerzas del orden corrijan todo rastro de frustración que pueda quedárseme en el cuerpo con dosis extra de vara verde; asimismo espero con ilusión que más pronto que tarde educación y sanidad se las pague cada cual, y que sus impuestos (ojalá cada vez más oprimentes) se utilicen para alegrarle los días a una hermosa, sana y floreciente casta de políticos corruptos, a quienes deseo con fervor verles esquivar, una y otra vez, a la justicia, cuya función no será otra que la de protegerlos con ternura de todos aquellos que osen no reírles las gracias, porque, y que quede claro: los españoles queremos una Españistán corrupta, empobrecida e ignorante, y a poder ser con el culo en pompa para que todo aquel que lo desee pueda darse el gusto.
Gracias, de corazón, Mariano, por darle a los españoles lo que tú sabías que necesitaban, y por no estropear la bonita sorpresa revelando tus acertados planes en tu programa electoral. Ojalá nada cambie, Mariano, porque esto es aquello por lo que la inmensa mayoría de los españoles claman. Este es el rumbo. Gracias.
Portada
mis comunidades
otras secciones
Lo mejor es que esto no ha hecho sino empezar, pues si Wert, y con una inusitada eficacia, está arremetiendo vivamente contra la educación desde todos y cada uno de los frentes, hay que tener muy presente que además de Educación, es ministro de Cultura y Deportes, y cuando termine de arrasar con la primera, continuará con la erradicación de las otras dos, y Wert, el increíble antiministro, ha demostrado ya saber bien cómo hacerlo.