El error de los ciudadanos de a pie ha sido creer que cuando usamos la palabra crisis lo hacemos dándole el mismo sentido que le dan los políticos. Para nosotros, estas tasas de desempleo, de precariedad y de falta de libertades va a durar el resto de nuestras vidas.
Para ellos, los políticos, con que los bancos vuelvan a ganar dinero, que la bolsa vaya bien y que las empresas se forren a costa de los trabajadores será sinónimo de haber salido de la crisis.