Aquí hay mucha gente confundida. No se trata de una cuestión binaria de si alguien se dopa o no. TODOS se dopan, unos más y otros menos. Los equipos contratan personal cualificado para que le metan a sus ciclistas lo máximo posible sin que de positivo en los tests.
No es posible detectar si alguien se ha metido algo o no, porque si estableces el umbral demasiado bajo, darían positivo incluso los que hayan comido ciertos alimentos en demasiada cantidad. Aunque un ciclista no tomase nada raro, su equipo controlaría sus niveles para que ningun nutriente o sustancia estuviese demasiado alta.
Por ello, es completamente ridículo quitarle a Armstrong sus tours, cuando pasó correctamente los test. Es como si ahora te dicen que el umbral para aprobar es de 6 en vez de 5, y le quitan el título de bachillerato a los que sacaron un 5.5.
#25 No lo comparto en absoluto. Desde el principio de la película, Shindler se mueve por interés egoista, únicamente importándole su beneficio económico. Lo cual no es algo malo en absoluto, pues su simple acción de contratar judíos, aunque fuese para "explotarlos", es gratamente agradecida por todos ellos, pues significa su salvación. No es hasta el final de la película, cuando Shindler deja de actuar egoístamente, y decide sobornar a los Nazis para conseguir salvar aún a más gente.
De todo esto podemos aprender algo: si una persona se deja "explotar" en su trabajo, es porque le conviene. Prohibir esa "explotación" significa condenar a esa persona a algo aún peor.
Recomiendo la peli "La lista de Schindler" al que aún no la haya visto. Los judíos querían trabajar en las fábricas, aunque fuera a cambio de un poco de comida, porque si no servían para trabajar, los mataban.
Los empresarios como Schindler hacían un dineral gracias a sus trabajadores, q agradecían tremendamente a su "explotador". Schindler fue un explotador y un héroe.
Lo que sería bueno, es que ambos pudiesen elegir a dónde van sus impuestos. Así, la monja podría donarlos a los niños, y el de la NASA a la investigación.
Cuando el estado regula un precio de un producto por debajo de su precio de mercado, se provoca su escasez (mucha gente quiere comprarlo y poca gente ofrecerlo). Son las típicas colas que se forman en las tiendas de regímenes comunistas.
Exactamente lo mismo ocurre con los puestos de trabajo. Cuando el estado regula los salarios por encima de su precio de mercado, se crea escasez (paro). Nadie ofrece empleo y mucha gente lo demanda. Se forman grandes colas por cada puesto ofrecido.
La estafa campa a sus anchas. El servicio de orden y ley que ofrece el estado es lamentable. No quiero pagar con mis impuestos tal servicio, quiero poder elegir libremente un servicio privado de calidad. ¡Adelante, empresas del orden y la ley! Tenéis mucho camino por delante.
Como se divierten con sus jueguecitos. ¿Quien financia a estos payasos? Sí, se financia a través de impuestos, es decir, se obliga a la gente a pagar por este teatrito.