m

El dinero es el mejor elemento para callar bocas

m

Becarios al poder!!!!

Ahora salvarán el Estado! ¿Quién dijo que eran los chicos del café?

m

Dijeron que el coche tenía elementos no homologados.

m

#60 Y en tenis igual: cuando un jugar no está de acuerdo con lo que ha dicho el árbitro, se comprueban las imágenes, se hace una recreación por ordenador y se confirma quién tiene razón. Así se evita que al término de un partido un jugador tenga que ser agarrado por sus compañeros mientras despotrica delante de una cámara, o cómo el árbitro tiene que ser escoltado en su propia casa por las amenazas que recibe. Moverá mucho dinero, pero no es justo en absoluto para nadie. Ni siquiera para el propio deporte.

m

Con tanta tecnología como hay por todas partes, la FIFA y la UEFA siguen sin incluirla en los partidos de fútbol, al menos en los de máximo nivel. ¿Por qué? Porque estas polémicas alimentan un mercado mundial que da mucho dinero en todos los sentidos, a muchas empresas, a mucha gente y de forma directa e indirecta. Es decir: estas polémicas alimentan las competiciones, alimentan a la prensa deportiva mundial... alimentan a muchos de forma muy lucrativa. Por eso no pondrán elementos tan sencillos como cámaras en distintos puntos para captar imágenes que puedan resolver dudas, el famoso "ojo de halcón" que usa el tenis, aquel "chip" que querían meter en los balones para detectar cuándo era gol y cuándo no lo era... pequeños artilugios que acabarían de inmediato con "manos dudosas", "agarrones en el área", "piscinazos" y demás jugadas dudosas que el ojo humano no ve en un momento dado, pero que una cámara es capaz de captar y reproducir a la mínima velocidad, terminando al instante con toda duda.

Se acabarían incidentes y problemas. Pero se acabaría también con una fuente de dinero: la polémica.

Seguiremos viendo en esta web noticias de este tipo y seguiremos tenendo decenas de mensajes en foros comentando lo que ven unos y lo que ven otros. Sólo que todos nosotros lo hemos visto a través de una pantalla (salvo los que estuvieran en el campo) y con muchas repeticiones, mientras que el árbitro, cuando decidió hacer o no hacer algunas cosas, sólo contaba con el testimonio de sus propios ojos y el del juez de línea. Dos personas contra decenas de cámaras. La persona siempre perderá.