#5 Tu comentario también es erróneo, pues se basa en la falsa premisa de que los que se descargan cosas de internet no son más que "caraduras" que no compran nunca nada; el famoso y manido "todo gratis" con que tan falsamente se ha puesto de moda acusar a los defensores del intercambio de copias. Y francamente, estoy harto.
Yo ejerzo, como no puede ser de otra manera, mi derecho a descargarme las copias privadas que me da la gana, de la misma manera que me compro mis películas y series originales preferidas. De hecho, no me compraria tantas series si no pudiera descargármelas previamente, y no necesito ir alardeando de la cantidad de películas y series que tengo, de la misma manera que no alardeo de lo que me descargo, porque simplemente ejerzo ese derecho y punto. Así que no me vengas con moralinas de "te sientes orgulloso de pagar por lo que disfrutas": acusar falsamente a quien no ha cometido ningun delito se llama calumniar; y más aun teniendo en cuenta que es mentira que no pagamos por nada.
El mero hecho de sustentar la argumentación sobre el hecho de llamar pirata a quien ejerce su derecho a la copia privada invalida los subsiguientes argumentos, pues la premisa original es falsa de entrada.
Dicho esto, me hace gracia que use precisamente el ejemplo de Blockbuster. Es indudablemente cierto que los videoclubs han sufrido fortísimamente el impacto de las descargas; pero a pesar de ello siguen existiendo, y precisamente Blockbuster tubo que cerrar sus puertas en España porque sus precios eran superiores a los que ofrecian los, para más inri, mucho más cercanos videoclubs de barrio, con los que no pudo competir (en todos los barrios hay todavia por lo menos un videoclub (en el mio hay dos), mientras que si querias ir al Blockbuster te tenias que desplazar: en Barcelona sólo tengo conocimiento de uno). Es que me da la risa, vamos.
Por cierto, que veo que no tienes muy claro lo que es la copia privada, pues mezclas a los videojuegos en el debate, siendo que no existen las copias privadas de videojuegos: es ilegal poseer copias de software sin haber adquirido previamente el original.
#7estoy de acuerdo contigo en que en el videoclub está desfasado, pero es que alternativas legales hay, pero en España es muy difícil convencer a nadie de que pague por algo que tiene gratis.
Yo ahí disiento. Cierto es que hay alternativas legales, pero ninguna termina de funcionar. Filmin tiene una oferta limitada y muy distinta a lo que el público más demanda, Ono y Canal satélite son bastante caros e iTunes no lo he usado, pero la gente dice que la plataforma es horrible. Lo ideal sería como Megavideo, pero de pago, pagas una suscripción al mes y ves lo que quieras, con descarga rápida y sin DRM's y cosas así. Como Spotify para la música. También puede tener una versión gratuita o más barata, pero con publicidad, como Spotify, así sigue siendo rentable. Cuando haya algo así y la gente no lo use podremos decir que no quieren pagar, mientras no lo sabemos porque la oferta no es lo que la gente demanda.
#8 El que me da que no sabe lo que eres tu. Y la noticia es errónea porque las descargas no son ilegales. Y que tu te creas que perjudica cuando hay estudios que demuestran lo contrario, es tu problema. Pero no le digas a los demás lo que deben votar, gracias.
Leyendo la noticia parece coherente. Si los Space Jockeys no tienen conciencia de los dos géneros del ser humano, y quieren que se reproduzcan para albergar a sus aliens, es logico que metan la pata con dos personas del mismo sexo.
Eso si, deberias cambiar el título y dejar el original, y poner una entradilla mas neutra, te van a echar abajo la noticia.
Cálculo de las salas de cines: ¿Ocho minutos más? - Pues ocho euros (como mínimo)
Espero que sea un fracaso. Nos toman por tontos, ya es insufrible la decena de re-versiones que están sacando de películas ya proyectadas, sólo con la característica que ahora es en 3D.
Por cierto, el 3D a mí me produce mareo y me cansa la vista cuando intento fijar la mirada en otro punto del plano distinto a lo que está resaltado.
#4 Espero que seáis pocos si no, somos tan tontos como nos tratan las cinematográficas.