#3 En el artículo se habla de la pérdida de calidad y falta de apuestas por valores menos seguros del FIB. El Arenal no arriesga tampoco, y no busca la calidad sino la cantidad (The Kooks, Steve Aoki, etc. son bastante "alternativos", pero no dejan de mover a miles de personas, en su mayoría adolescentes). El Low Cost este año que sí arriesga un poco, trayendo a Portishead, que se aleja bastante de los gustos de su público histórico.
Pero como el Primavera Sound, el Sónar o el Día de la Música en Madrid (cuyo único nombre conocido este año fue Lori Meyers), pocos. Ahora me viene a la mente el Tanned Tin en Castellón, y para de contar.
#6Los becarios somos los nuevos esclavos.
¿Acaso crees que cuando te titules (no sé cómo les dicen en España a los graduados) dejarás de ser un "nuevo esclavo"? Los proletarios somos los nuevos esclavos. Todos estamos atrapados en Matrix, hermano.
#20 La realidad es la que te reflejan los comentarios de #19#18#17#15 y #13
En mi humilde opinión, Sevilla, o más bien los gobernantes, la prensa y algunos de sus habitantes (los más ricos, que son los menos), viven ensimismados en un cuidad "señorial", "noble", "de alta alcurnia" y demás sandeces en las que insisten que no reflejan la realidad de que Andalucía es una tierra de obreros, de gente humilde pero muy sabia, abierta, y no la imagen de provincia castellana amante del lujo que se quiere dar. Esa es la realidad, un teatro apoyado por los medios y los políticos que no refleja que Sevilla está hecha de barrios de personas honestas y humildes, no de señoritos con aires de grandeza.
Sevilla podría ser tan cosmopolita como Barcelona, si no fuera por esa clase dirigente cerrada y obcecada en difundir y mantener una postura que perjudica a muchos para beneficiar a pocos.