Respecto al artículo, está comparando una de las fuente más economicas de producir y teniendo en cuenta que el precio de la electricidad está fijado por la fuente mas cara que entre en el pool, eso hace que terminemos pagando mucho mas cara la electricidad.
Si quieres cambiar la forma en que se tarifica la electricidad o prefieres un modelo más realista, te recomendaría cambiarte a una comercializadora que piense en sus usuarios y no en los beneficios.
Concepción Perea (autora de La Corte de los Espejos, fantasía MUY recomendable) tuvo que decir lo mismo en el máster de literatura creativa de la Universidad de Sevilla. Porque resultaba que los profesores veían la fantasía como algo menor o meramente infantil, y cuando les sacaba a García Márquez (que no hay fantasía en los Cien Años de Soledad), se quejaban de que "lo sacaba de contexto". Parece ser que solamente es mierda si hay orejas puntiagudas o si ¡horror! el lector se divierte.
Lo de El sueño de una noche de verano ha sido un guantazo de los gordos... porque detallitos como los de Hamlet, Jane Eyre o Cumbres borrascosas son puntuales, pero Shakespeare te mete las hadas en tromba. Y bueno... Homero...
En fin, hay mucho snob que considera que la literatura que leen los jóvenes tiene que ser mala por narices, y eso fastidia. Sobre todo porque últimamente han salido novelones... Entre Canción de Hielo y Fuego, Príncipe de nada, todo lo de Abercrombie... y en España Concepción Perea y Virginia Pérez de la Puente, hay que no haberse leído los libros para seguir ninguneando la fantasía.
La novela comienza bien, pero se alarga y desbarra conforme avanza. Leí la primera versión, eso sí, la que puso en descarga. Pero comparado con otras que se venden como bestsellers, es muy digna y competitiva.
No es el primer autor que conozco de esa forma. Por ejemplo, Santiago Eximeno www.eximeno.com/ pone a la venta un número limitado de copias antes de dejarla en descarga gratuita. Y ya compro todo lo que escribe.
www.rtve.es/alacarta/audios/emision-en-sefardi/
Ni puta idea tenía.