#68 Me parece que te confundes en varios puntos al interpretar lo que digo. Primero yo no soy católico, ni practicante de niguna religión, sin embargo soy consciente del valor del sentimiento religioso y por supuesto la tradición en la que vivo tiene, nos guste o no, unos contenidos crisitianos. #67 hablas con un lenguaje que tiene una tradición, vives en un calendario que tiene una tradición, te riges por unas normas que tienen una tradición... no se trata de si quiero o no pertenecer a ella, perteneces de antemano, incluso si, por supuesto, encuentras cosas con las que no estás de acuerdo
Segundo, en ningún momento he dicho que la religión tenga que decidir sobre todos los comportamientos humanos, sino que toda nuestra filosofía, nuestra historia, nuestro arte, ha tenido en Dios su fundamento y una vez que se suprimió su impronta, donde antes se veneraba a la iglesia, ahora se veneran otras instituciones, sustituyendo el sentido principal pero quedándose con la forma tranquilizadora.
Tercero no niego el valor del ateismo, me parece que en muchas ocasiones es más válido y más valiente que muchos creyentes que van a la iglesia como quien va a un club social. Pero eso no quita que hoy en día exista un ateísmo barato, ramplón, más parecido a una moda que a una convicción sería frente a la realidad. Y frente a ese ateísmo, que crítica a Dios y adora a una estrella de rock o a un futbolista, prefiero al creyente anónimo, pues su posicionamiento me parece más limpio de antemano. Fijate en la conversación virtual que mantenemos, y estarás de acuerdo conmigo, en que el ateísmo es mucho más social, paradojicamente. Las tornas se han vuelto, y frente al tiempo en que el ateo era mirado como un bicho raro, ahora, y sobretodo entre los que somos más jóvenes, la cuestión es inversa.
Cuarto y último, si uno cree o no en Dios debe ser siempre una cuestión íntima, personal, algo donde nadie más tiene entrada. Por supuesto que desde ahí me considero creyente y tengo mis propias razones, no más válidas que las tuyas para no hacerlo. Sin embargo, cuando hablamos de la sociedad, la pérdida de sentido que experimentamos en la sociedad es precisamente fruto de seguir conservando las formas del pensamiento cristiano y sin embargo renegando de su contenido. Esquizofrenia asegurada.
En fin, que no me considero ningún cura, ni pretendo convencer a nadie de nada, simplemente expresar mi posicionamiento.
#60 Te guste o no, tu tradición es cristiana, y esa tradición ha servido para sustentar los valores de la sociedad y del individuo. Lo único que digo es que no vale con quitar el factor Dios, y quedarse tan tranquilo como si todo continuará igual, pues si quitás el pilar el edificio se tambalea. O uno se arriesga a creer -esto no significa pertenencer a una religión- o se arriesga a ser ateo, y vivir sin los valores que introduce la religión.
Todo lo demás es un sucedaneo barato, muy populista en nuestro días, pero sin ninguna solidez
¡Que fácil resulta ser ateo en nuestros días! Mirad que cantidad de alabanzas ante la exposición de una experiencia de ateísmo simple, fácil, promovido por la pérdido de sentido que experimentamos en nuestros días. No si quereís ser ateos, romped con los lazos de Dios en la tierra, recuperad la integridad de un ateísmo valiente como el de Nietzsche, quien matando a Dios elimina también la cualquier intento de deificación de la Razón, la Bondad, la Ética... Porque, decidme, ¿Dónde se sustentan todos estos conceptos si un fundamento? Los que asumís el ateísmo desde una vida tranquila ordenada, que en lugar de ir a misa vais, al instituto, a la discoteca, a la ONG y luego jadeais a Ronaldo, o Gasol o Angelina Jolie... Habeís cambiado de templo, pero sois igual de creyentes, incluso pecais de un peligro mayor que los religiosos, ellos al fin y al cabo son conscientes de lo que son. No hay religión más peligrosa que niega serlo.
Segundo, en ningún momento he dicho que la religión tenga que decidir sobre todos los comportamientos humanos, sino que toda nuestra filosofía, nuestra historia, nuestro arte, ha tenido en Dios su fundamento y una vez que se suprimió su impronta, donde antes se veneraba a la iglesia, ahora se veneran otras instituciones, sustituyendo el sentido principal pero quedándose con la forma tranquilizadora.
Tercero no niego el valor del ateismo, me parece que en muchas ocasiones es más válido y más valiente que muchos creyentes que van a la iglesia como quien va a un club social. Pero eso no quita que hoy en día exista un ateísmo barato, ramplón, más parecido a una moda que a una convicción sería frente a la realidad. Y frente a ese ateísmo, que crítica a Dios y adora a una estrella de rock o a un futbolista, prefiero al creyente anónimo, pues su posicionamiento me parece más limpio de antemano. Fijate en la conversación virtual que mantenemos, y estarás de acuerdo conmigo, en que el ateísmo es mucho más social, paradojicamente. Las tornas se han vuelto, y frente al tiempo en que el ateo era mirado como un bicho raro, ahora, y sobretodo entre los que somos más jóvenes, la cuestión es inversa.
Cuarto y último, si uno cree o no en Dios debe ser siempre una cuestión íntima, personal, algo donde nadie más tiene entrada. Por supuesto que desde ahí me considero creyente y tengo mis propias razones, no más válidas que las tuyas para no hacerlo. Sin embargo, cuando hablamos de la sociedad, la pérdida de sentido que experimentamos en la sociedad es precisamente fruto de seguir conservando las formas del pensamiento cristiano y sin embargo renegando de su contenido. Esquizofrenia asegurada.
En fin, que no me considero ningún cura, ni pretendo convencer a nadie de nada, simplemente expresar mi posicionamiento.