Pues para mí ha sido justo al revés: a pesar de la relativa falta de sueño, de los pañales, de la falta de tiempo...yo soy MUCHO, MUCHÍSIMO MÁS FELIZ, de lo que era antes. Mi vida es infinitamente mejor, mi día a día está lleno de alegría y de una clase de felicidad que no es comparable a nada y que te compensa todo el trabajo, todos los gastos, todo el tiempo que le echas.
No animo a nadie que no tenga ganas a tener niños (al contrario, creo que soy feliz porque lo deseaba intensamente), pero afirmo que no hay felicidad comparable a la de tener un hijo (al menos de momento, que la mía tiene año y medio, no sé qué diré dentro de 12 años).
Hay una forma de parar todo esto que parte de lo que nosotros podemos hacer, no de echarles la culpa a capitalistas, gobiernos, etc... Aumentando así el victimismo y la indefensión.
1- Consumo responsable: si ya se que lo sencillo es ir al supermercado aparcar el coche coger lo que nos de la gana. Pero vivimos en un mundo capitalista, la única forma de cambiar el sistema para que sea más justo es cambiar el consumo. Que te parece inmoral que una marca utilice explotación infantil para producir, muy sencillo, no la compres en la vida. Seguro que cerca tuya hay un grupo que se dedica a comprar productos de agricultura ecológica, sino crea uno.
2- Consumo local: todo va a ir mejor cuando se crea más cerca, de forma que unas zapatillas que se fabrican en España primero dan trabajo a los trabajadores de este país, y en segundo lugar pagan tu pensión, busca productos que estén creados en España. Además al tener menos transporte, se necesita menos combustible, por lo que es más ecológico.
Ya se que todo esto es muy complicado, es mejor leer las noticias y decir que nos están jodiendo.