Ahora, después de muchas campañas y mucho conocimiento de historias como esa, hay algo más de conciencia sobre el sufrimiento de los animales, hay asociaciones, hay sitios a los que acudir y redes de gente que se mueven para rescatar y apoyar, pero entonces no era así. El problema es que las asociaciones no dan abasto, no son suficientes manos porque los hijos de puta que maltratar, no castran y abandonan parece que no tienen otra cosa que hacer que eso.
Cuando yo era pequeña había perros sin dueños por las calles, y los camiones de la perrera pasaban cogiéndolos con lazo para tenerlos tres días allí antes de sacrificarlos. Venimos de una cultura con una mentalidad muy ruin y asquerosa para el el trato a los animales. No sé si tendrán que ver tantas fiestas populares donde los cazurros y catetos de turno se divierten tirando animales del campanario, arrancando cabezas de pollo o clavando espadas en toros, pero el caso es que nos está costando un mundo que se entienda de una vez que nadie tiene derecho a hacer uso de la vida de otro ser, y menos aún por diversión. Así de qué nos va a sorprender un perro con el hocico envuelto en cinta americana, un gato de un mes de vida reventado a patadas, galgos ahorcados, pointers abandonados en una gasolinera... Y todo esto porque el relato que cuenta el post me parece tan familiar que me ha hecho sentir inmensamente triste por lo que he visto pasar y por lo que sigue pasando.
Son los restos de la ruta del bacalao. Curiosamente tres de ellas, Chocolate, Puzzle y Villa Adelina (que en mis años mozos era conocida como Villa Papelina) están en apenas 1 Km de la carretera que va de Sueca a Valencia por la El Saler
DEP, menuda putada.
No tengo ni idea de cómo iría, pero viendo el vídeo tiene toda la pinta de arrastrón (parece que en recta) y acabar bajo un camión que venía de frente.
En una moto pueden ocurrir mil cosas y dar con tus huesos en el suelo, a partir de ahí dependes de la suerte, no tienes por qué ir haciendo el cabra. Sea como sea, una lástima que alguien tan joven acabe muerto. Y cuando uno lo piensa... te entran ganas de vender la moto
El otro día en un Centro comercial una señora llevaba un carrito como los de bebés para pasear al perro. Con 2 cojones.
Y por lo que veo por internet igual el raro soy yo.
«La libertad como valor social particular exige el pago de un precio, como es el de la pérdida de ciertas comodidades y de sufrir contratiempos dolorosos, que van desde el área de los afectos hasta el entorno laboral. Y lo que no se puede pretender es realizar un modelo de vida propio (...) y seguir obteniendo las ventajas de acogimiento y económicas de dicho entorno, que se rechaza» Ole, !frase para enmarcar!.
Y ademas, es que es mas grave de lo que parece, porque cualquiera podria pensar que es la tipica niña pija que sus padres estan forrados, pero leyendo la noticia:
La hija calcula que esa cantidad es la que tiene que recibir en función del salario de su padre, 1.300 euros mensuales; los ahorros depositados en el banco, que alcanzan los 40.000 euros; y la vivienda familiar, valorada en cerca de 150.000 euros.
Es decir, que sin contar lo que hayan podido ahorrar esta gente durante todo su vida (que tampoco es una fortuna), queria que sus padres vivieran con 800 euros para que la señoritinga pudiera tener 500 euros para tocarse el papo estudiando.
Cuando yo era pequeña había perros sin dueños por las calles, y los camiones de la perrera pasaban cogiéndolos con lazo para tenerlos tres días allí antes de sacrificarlos. Venimos de una cultura con una mentalidad muy ruin y asquerosa para el el trato a los animales. No sé si tendrán que ver tantas fiestas populares donde los cazurros y catetos de turno se divierten tirando animales del campanario, arrancando cabezas de pollo o clavando espadas en toros, pero el caso es que nos está costando un mundo que se entienda de una vez que nadie tiene derecho a hacer uso de la vida de otro ser, y menos aún por diversión. Así de qué nos va a sorprender un perro con el hocico envuelto en cinta americana, un gato de un mes de vida reventado a patadas, galgos ahorcados, pointers abandonados en una gasolinera... Y todo esto porque el relato que cuenta el post me parece tan familiar que me ha hecho sentir inmensamente triste por lo que he visto pasar y por lo que sigue pasando.